El español Rafael Nadal avanzó hoy con autoridad a los cuartos del final del torneo de tenis de Barcelona al imponerse por 6-3 y 6-4 al sudafricano Kevin Anderson en la tercera ronda en una hora y 33 minutos.
En la pista que lleva su nombre desde esta semana y con casi cuatro horas de retraso a causa de la lluvia, Nadal reafirmó su candidatura a revalidar su título de campeón del Conde de Godó con su victoria número 50 en un torneo en el que es el rey.
Nueve trofeos de Barcelona lucen ya en las vitrinas del número cinco mundial, que, como ya hizo la semana pasada en Montecarlo, quiere elevar la ya fabulosa cifra a diez. Tras su cómodo debut el miércoles ante el brasileño Rogerio Dutra Silva, Nadal volvió a dar muestras de su gran momento de juego con un buen partido ante el habitualmente incómodo Anderson.
«Ha sido un buen día. Yo no sabía si jugaría este partido porque la previsión era mala, así que muy contento de haber podido jugar y del juego, en condiciones que no son las favoritas mías», afirmó un satisfecho Nadal tras el duelo. «He jugado muy bien, muy concentrado y muy bien con mi saque, aprovechando no todas las ocasiones (para romperle el servicio), pero sí las suficientes», añadió el tenista mallorquín.
En la víspera, Nadal había pronosticado «un partido difícil» por las condiciones meteorológicas -lluvia y frío- y por el «peligroso rival».
Sus pronósticos apenas se cumplieron. La central del Tenis Barcelona, efectivamente, estaba pesada. La dejó así la lluvia que, durante horas y por segundo día consecutivo, amenazó con arruinar toda la jornada. Pero cuando el cielo se desencapotó y los tenistas saltaron a la pista con un orden de juego modificado, Nadal buscó su mejor repertorio para lograr el pase rápido.
Con un golpe de derecha más profundo que en su debut, mayor velocidad en sus piernas y el mismo buen revés, el nueve veces campeón de Roland Garros dominó a Anderson a su antojo, le rompió el saque ya en el segundo juego y conquistó el primer set por 6-3 en 38 minutos.
Pese a la fama de buen sacador que tiene el sudafricano, Nadal fue mucho más efectivo que el número 66 del ranking mundial con su servicio. «Acabar el partido con un 68 por ciento (de efectividad) es un muy buen porcentaje. He tenido un servicio muy efectivo, cambiando direcciones, y también he logrado muchas ventajas con mi derecha», destacó, visiblemente contento, el ganador de 14 Grand Slam.
En el segundo set, Anderson se defendió mejor. Y aunque Nadal le rompió el saque en el tercer juego (2-1) y todo apuntaba a un desenlace rápido, el sudafricano obligó al campeón español a trabajar un poco más de lo previsto. Conservó su saque y esperó a que el español fallara con el suyo. Nunca sucedió.
Nadal cerró el segundo set y el partido ganando su último servicio en blanco. El colofón perfecto a otro partido en el que el número cinco mundial pareció jugar sin mayores esfuerzos, como si lo hiciera en modo casi automático. Tras su sumar cuarta victoria en su cuarto enfrentamiento con Anderson, el ex número uno del mundo espera ahora a su rival en cuartos, que saldrá del duelo entre el alemán Alexander Zverev y el surcoreano Hyeon Chung.
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