El central alemán del Arsenal, Shkodran Mustafi, ha afirmado que sus creencias religiosas le han ayudado en su carrera deportiva y reconoce que si juega mal «no es el fin del mundo». El futbolista de 24 años se marchó a la Premier League a finales de agosto a cambio de 40 millones de euros procedente del Valencia CF y ha sido un fijo en el centro de la zaga para Arsène Wenger como sustituto de su compatriota lesionado Per Mertesacker.
«Ser musulmán es muy importante para mí, más importante que cualquier otra cosa, aunque a veces viajar me dificulta mucho rezar cuando yo quiero. La EURO de Francia también fue un problema, porque se disputó en mitad del Ramadán y no fue posible limitar mi ingesta de comida y líquidos, pero como profesional sabía que no tenía que cumplirlo en esa ocasión.
Estudio el Corán de manera intensiva pero también estudio otras religiones, aunque el Corán es el que más se acerca a mí. Mi religión significa mucho para mi y para mi carrera. Me ayuda mucho. A fin de cuentas, soy una persona como cualquier otra que está en la tierra para llegar al paraíso. Ese es mi objetivo principal. Si juego un mal partido, no es el fin del mundo.»
Comparte la notícia
