Nicolás Ladislao Fedor Flores, conocido como Miku, derivación de Miklós (Nicolás en húngaro) es proveniente de una de aquellas familias húngaras que emigraron a Venezuela tras la catástrofe de la Segunda Guerra Mundial o bien de la Revolución húngara de 1956. El venezolano desde los cuatro años hasta los dieciséis jugo en el típico equipo de barrio, en este caso de colegio, el Santo Tomás de Villanueva de Caracas. A sus 30 años, tras una larga travesía por equipos de España, un viaje express a Glasgow y degustar las excentricidades de Qatar, es historia viva del Rayo Vallecano.
En una de las vacaciones de verano, el destino de la familia fue España y el Mar Mediterráneo. Miku para no perder la forma, decidió entrenar en el SD Sueca, equipo que actualmente milita en la 1º Regional Preferente. Tras su buen hacer en el conjunto valenciano, apostaron por él y el venezolano decidió quedarse. Poco tiempo tardaría en despertar el interés de clubes como Valencia o Real Madrid. Tomada la decisión quedándose en la Comunidad, el jugador no pudo debutar con el Valencia Mestalla, tras descender el equipo a Tercera División, categoría en la que no puede jugar ni extranjeros ni con pasaporte europeo. El Alcoyano se interesó por su cesión y Miku aceptó, donde llegó a jugar los playoffs para Segunda División.
Desde entonces, por varios clubes ha pasado el jugador venezolano. Al año siguiente marchó al Salamanca, equipo donde anotó 20 goles y consiguió ascender a la Segunda División, gracias en parte, al gol de Miku para sentenciar la eliminatoria frente al Sevilla Atlético. En 2006, tuvo un breve paso por el Ciudad de Murcia, y las dos siguientes temporadas militaría en Tarragona donde pasó sin pena ni gloria, tiempo antes de volver al Valencia Mestalla. También volvió al Salamanca y llegó a tener ficha en el primer equipo del Valencia. Sin contar para el primer equipo, marchó al Getafe, lugar donde el jugador se dio a conocer. No conforme con esta decisión, Glasgow y Qatar fueron sus últimos destinos antes de regresar a la Liga Española.
Después de un largo viaje, a sus 30 años, es historia viva del Rayo Vallecano tras anotar en el partido que abría la jornada dominical disputado en el estadio de Vallecas entre el Rayo de Paco Jémez y el Sevilla de Unai Emery. El venezolano en un estado de gracia abismal acumula cinco partidos consecutivos marcando para el Rayo, ningún jugador lo había hecho hasta el momento en la historia del Rayo Vallecano en Primera División. Abrió la lata ante el Celta de Vigo, abrió la lata en Riazor, abrió la lata ante Las Palmas, puso las tablas en Gijón y consiguió el empate ante el Sevilla de Unai Emery para rescatar un punto en un partido que en el minuto 20 parecía abocado a la derrota.