T-Wing, así se denomina al elemento aeródinamico de moda de la temporada 2017 de Fórmula 1. El primer equipo en mostrarlo fue Mercedes. A partir de ellos, otros equipos como Ferrari, Williams o Haas han decidido montarlo, como ya se pudo ver durante los tests de pretemporada. El T-Wing está colocado al final de la cubierta del motor, un poco antes del alerón trasero, y sirve para que el tren trasero gane carga y estabilidad en el paso por curva.
Desde los tests, hemos visto diferentes tipos de configuraciones de este pequeño alerón: más largos, más estrechos, con doble ranura, pero hasta el momento todos mantenían una forma plana o casi plana. McLaren lleva a China un concepto innovador de T-Wing. Colocado al final de su aleta de tiburón, destaca por ser ovalado. A diferencia del resto de equipos, el apéndice de los británicos es doble con una gran distancia entre las dos láminas de fibra de carbono. Mercedes también ha montado un T-Wing doble, pero no del estilo de McLaren. La forma ovalada le da un aire característco a esta incorporación al monoplaza.
Esta mejora no viene sola, ya que durante la sesión del sábado se montará en el monoplaza de Fernando Alonso un nuevo alerón trasero para intentar aprovechar al máximo las ventajas que les puede traer la incorporación del T-Wing.
Por lo que respecta a Honda, en este Gran Premio parece que van a sufrir, y mucho. Las largas rectas del circuito de Shangai se les pueden hacer eternas a los pilotos de McLaren, con un motor al que le falta potencia, fiabilidad y que consume mucha gasolina. No hay muchas esperanzas para este Gran Premio, pero como vemos, esto no es motivo para que en Woking dejen de trabajar en el MCL32. El T-Wing es fruto del trabajo en la fábrica. Si es tan bueno como sorprendente a la vista, el esfuerzo habrá merecido la pena.