El delantero de Newell’s Old Boys y ex internacional Maxi Rodríguez afirmó que cumplió el «último» sueño de su carrera con el gol que anotó en el clásico con Rosario Central pero lamentó el clima de violencia que envuelve al fútbol en la ciudad argentina de Rosario.
A los 35 años y luego de una larga trayectoria en Europa, donde jugó en el Espanyol, el Atlético de Madrid y el Liverpool, Rodríguez siente que no puede «pedir nada más».
«Era lo último que podía soñar o pedir en el fútbol. Ganar un clásico de visitante en el último minuto y con un gol mío. Lo soñé de chico. Fue una alegría perfecta, la tomo como la frutilla (fresa) del postre de mi carrera», declaró el delantero en una entrevista que publicó hoy el diario «Clarín».
Newell’s derrotó el domingo por 1-0 a su archirrival Rosario Central en el clásico de esta ciudad de la provincia de Santa Fe, con un gol en tiempo suplementario de Rodríguez.
«Los más grandes de este plantel pasamos momentos muy difíciles, sufrimos mucho por la espina de los clásicos», afirmó el jugador, en referencia a los ocho años que tardó Newell’s en conseguir su primer triunfo ante Central.
Más allá de la satisfacción deportiva, Rodríguez reconoció que desde su regreso en 2012 a Newell’s vivió tiempos muy difíciles por la violencia en el fútbol, incluidos violentos ataques a tiros a la casa de su abuela.
La volea de La Fiera | Getty
«Es muy delicado. Acomodarme y adaptarme a este clima de violencia es imposible. La sociedad no debería naturalizar estas situaciones. Hay que luchar para revertir este panorama. El clásico rosarino es de los mejores del mundo por su folclore. A veces toca ganar y otras perder. Si te va mal todo tiene que terminar en una gran amargura, no puede pasar a mayores. Acá en el club pasaron situaciones feas. Me niego a adaptarme», aseguró.
Pese a todo, Rodríguez subrayó que «nunca» se arrepintió de haber regresado a jugar en la Argentina. «Para ganar plata uno se queda en Europa, acá uno no viene a ganar plata. Viene a jugar por prestigio, por gloria y por ser recordado por haber salido campeón. Vivo esta etapa con mucha pasión», expresó.
Maxi Rodríguez jugó 57 partidos con la selección argentina y es «un capítulo cerrado», luego de haber quedado afuera de la convocatoria de jugadores que hizo Gerardo Martino para la última Copa América.
«Uno comprende todas las decisiones, estamos hablando del seleccionador de un país que tiene tantísimas figuras. Después hay formas y formas. En este punto hay cosas que no compartí con el ‘Tata’. Pasado pisado, no soy rencoroso. En un momento el fútbol se acaba y si uno es buena persona te quedan los amigos y los afectos de la vida», resumió el delantero recordado por su golazo a México en el Mundial de Alemania 2006.