Max Meyer está despertando la inquietud de muchos apasionados del fútbol. Con solo 20 años, desde el 26 de junio del 2014, luce el 7 del Schalke 04. El heredero de Raúl se va convirtiendo poco a poco, en una realidad.
La incansable cantera minera no deja de producir perlas en bruto. Maximilian Meyer nació el 18 de septiembre de 1995 en Oberhausen (ciudad situada a 16 kilómetros de Gelsenkirchen). Con cinco años comenzó a jugar al fútbol, pasó por los dos clubes de su ciudad hasta que a los 9 años se cambió a Duisburg -equipo que en la actualidad va cuarto en 3.Bundesliga- a 15 kilómetros. Allí permaneció hasta los 15 años, como pasó con Martin Ødegaard a nivel internacional, a Meyer lo querían todos los grandes clubes de la Bundesliga, incluso llegó a entrenar en la Säbener Strasse del Bayern Múnich pero lo rechazó para recalar en el Schalke 04. Desde que llegó a la entidad de Gelsenkirchen su evolución ha sido sublime, su estatura de 1,65m no le ha impedido ir siempre adelantado a su edad. Debutó con el primer equipo el 16 de febrero de 2013 en un encuentro contra el 1. FSV Mainz 05 con el dorsal 29. Un mes más tarde, el 12 de marzo de 2013 dio el salto a la Champions League tras jugar en octavos de final contra Galatasaray Spor Kulübü.
Alemania con un pasado, un presente y un futuro futbolístico prometedor, cuanta en su cantera con grandes jugadores. Max Meyer es uno de ellos y ha pasado por todas la inferiores de la Mannschaft, hasta fue seleccionado en la pre lista del pasado mundial. Actualmente luce la elástica Sub-21 con buenos números, 5 partidos, 2 asistencias y un gol. El 7 del Schalke es de esos jugadores bajitos con calidad y técnica, pero al mismo tiempo no exento de velocidad. Con buenos cambios de ritmo es un futbolista vertiginoso y escurridizo. Su gran virtud es la tremenda habilidad que tiene con el balón en los pies, tanto en conducción como en estático, parece llevar la pelota pegada a la bota. Además, este chico posee buena definición de cara a portería, no se pone nervioso cuando pisa área y suele tener buen disparo. Asimismo, otra de las virtudes que poco a poco va puliendo el joven minero es la visión de juego, con el paso de los minutos acumulados va perdiendo el nerviosismo, el abuso del regate y la precipitación en el pase, convirtiéndose así en un media punta con estilo, seguridad y eficacia.
El pequeñín Max Meyer va cogiendo peso en el conjunto de Gelsenkirchen y en los corazones de la afición blanquiazul. Desde que Raúl González abandonara la entidad del Schalke 04, la comunión y el recuerdo del 7 minero es inolvidable. A día de hoy, el rubito de Oberhausen consigue devolver los focos de atención a ese dorsal y guarda similitud con su antecesor… un diamante en bruto que cuanto menos, sobre el terreno de juego, demuestra más que fútbol. Ya ha deslumbrado en el Bernabéu, escenario de grandes citas, en donde como el de Villaverde, manifestó lucha, pillería, garra y coraje… Apúntense su edad y su nombre: Max Meyer, 20 años.
¿Hablamos de una gran promesa o de una futura estrella? Raúl debutó en el Real Madrid en La Romareda un 29 de octubre de 1994 a la edad de 17 años y 91 días. Su aparición revolucionó el panorama del fútbol español. En la Bundesliga, Maximilian Meyer se estrenó en el Coface Arena con 17 años y 151 días, y actualmente es dueño del 7 que dejó el futbolista madrileño, bendecido por el que un día, fue su compañero en la mina. Coincidencias varias con gustos similares. Para el que recoge su testigo, su predecesor es su ídolo y para el ídolo, su sucesor es un talento…El tiempo dirá y nosotros seguiremos disfrutando el 7 de Gelsenkirchen.