Tras la modificación del circuito para la última cita de MotoGP debido a las graves consecuencias producidas en Valencia por la DANA, Barcelona recibía el último Gran Premio del campeonato con el título en juego. Jorge Martín tenía su primera posibilidad de ser campeón el sábado, pero Pecco Bagnaia quería lucharlo hasta el final y venció en el sprint para privar al español de alzar el título tras la carrera corta.
El madrileño, más allá de la presión de alcanzar su primer campeonato – que no es poca cosa – no tuvo que sufrir en exceso en la carrera del domingo. Como pudo prever, el italiano lideró la carrera y el madrileño debía afianzarse a la tranquilidad y su ventaja para lograr el objetivo. Por eso, cuando Marc Márquez le adelantó arrebatándole la segunda plaza, el piloto de Pramac Racing no entró al trapo. Sabía que con ese tercer lugar sería campeón. Necesitaba no cometer ningún error. Y así lo hizo, para cruzar la meta subiendo al último cajón del podio y convertirse en campeón del mundo.
Tras Alex Crivillé, Jorge Lorenzo, Marc Márquez y Joan Mir, Martín es el quinto piloto español en lograr el título de la máxima categoría del motociclismo. Lo ha hecho a través de su regularidad, con diez puntos más que su rival. El italiano logró más victorias en las carreras del domingo, donde Martín venció en tres ocasiones, pero también sumó más ceros. El madrileño se hizo fuerte en el sprint con un total de siete conquistas. Su estabilidad queda reflejada en los 31 podios cosechados durante la temporada y que le han permitido alcanzar el sueño de todo piloto: ser campeón de MotoGP.
Martín ha celebrado su título con una performance aludiendo a su apodo ‘Martinator’. Se vistió de Terminator para la ocasión. El madrileño salió de un cubo vestido con un mono nuevo y media cara transformada en robot. Con un mítico gesto rompió un cubo de cristal, del que apareció un casco con el número uno.