Hace tres semanas atrás nadie dudaba, Morata y Benzema eran los dos únicos delanteros del Real Madrid. Bastaba y sobraba. No hacia falta nadie más. No había futbolistas en el mercado de su talento a un precio razonable. Uno llevaba varias temporadas rayando a un alto nivel en el club blanco. El otro era un canterano que había hecho las maletas a Italia y que había vuelto mucho más hecho como futbolista tras su aventura por el país transalpino. Sin embargo, a día de hoy, todo ha cambiado.
Mariano Díaz. Delantero de 23 años. Internacional absoluto con la Republica Dominicana. Máximo goleador la temporada pasada con el Castilla. Por contrato, futbolista en todos sus efectos de la primera plantilla blanca. La pretemporada era un escaparate para poder lucirse ante los ojos de los demás. El baile comenzaba y las novias fueron apareciendo para el galán de la fiesta. No era casualidad. El pasado prometía. El presente sorprende. El futuro ilusiona. Mariano ha demostrado ser un delantero con una calidad y una personalidad asombrosa. Ha sorprendido a todos. Hasta a los que más confiaban en él. No es normal ponerse la zamarra de uno de los grandes y hacerlo con tanta naturalidad. Sólo unos pocos logran responder con tanta gratitud.
Tres partidos, tres señales
Ya dio señas de lo que podía ser ante el PSG. Presionando, zafándose ante los centrales parisinos e intentando aprovechar la segunda mitad que le regaló Zidane. Ante el Chelsea su explosión iba a ser incontrolada. El volcán entró en erupción. La lava recorría su figura y él ni se inmutaba. Un zurriagazo desde 35 metros superaba a Begovic con una suficiencia impactante. Simplemente imparable. Su primer partido como titular ante un rival prestigioso y ya había anotado algo más que un gol. Ante el Bayern de Múnich tan sólo tendría unos pocos minutos. Suficientes. Dos ocasiones y una entrada en el partido que iba a dejar a todos ya totalmente asombrados.
Las dudas se han instalado entre los aficionados. ¿Por qué ceder a un futbolista a otro equipo cuando ya ha demostrado que no debe prepararse para volver? Es maduro, con personalidad, confía en sí mismo y sobre todo tiene calidad más que de sobras para ser futbolista de la primera plantilla.
¿Marcharse o quedarse?
Hay dos opciones. Ceder a Mariano ante el hecho de que Morata y Benzema estén en plantilla. O darle una oportunidad y dejarle unos guantes para que pelee de tú a tú con Benzema y Morata por una oportunidad en el frente de ataque. Sí le diese a escoger, por lo visto en el campo, Mariano escogería la segunda. No tiene miedo a nada ni a nadie. Desprende una confianza en sí mismo que le hace alcanzar cotas inesperadas para otros pero muy realistas para él.
La vida da muchas vueltas. Los giros bruscos en ocasiones suceden. Mariano en dos semanas ha colocado el foco bajo su persona y la cartera de clientes que se relamen por hacerse con sus servicios se amplia a pasos agigantados. La decisión ahora la tiene el club blanco. Mariano lo ha demostrado. No necesita marchar. Él ya está listo. Ahora el Real Madrid debe estarlo para ser valiente y apostar por él.
Estudiante de periodismo en la Universitat Rovira i Virgili. Intentando hacerme un hueco en esta profesión de ensueño. Palabra a palabra, texto a texto.