Jordan Spieth lo ha vuelto a hacer. El estadounidense ha protagonizado uno de los mejores golpes que hayamos visto sobre un campo de golf durante un torneo de la PGA. Sin duda, lo más increíble de todo es que lo ha ejecutado desde el búnker, a 30 metros del hoyo y jugándose el título del Travelers Championship.
Con este triunfo Spieth abandona la sexta plaza del ranking mundial para ascender hasta el puesto número tres, sólo por detrás de su compatriota Dustin Johnson y del japonés Hideki Matsuyama. Asimismo, esta victoria le permite sumar su décimo título del PGA Tour, un hito que le convierte, a sus 23 años y 11 meses, en el segundo jugador más joven (sólo tras Tiger Woods) en alcanzar el doble dígito en títulos PGA.
Porque Spieth, a pesar de su corta edad, es ya uno de los referentes de este deporte. Un genio con una varita convertida en palo de golf que deslumbra al mundo entero con sus golpes de gracia. Golpes mágicos que valen oro y que, como es el caso de este último, valen títulos.
El texano había protagonizado tres jornadas de gran nivel que le habían permitido liderar el torneo de jueves a sábado. En cambio, en la última jornada parecía no estar tan fino y la cosa se complicó de tal manera que tuvo que llegar al play-off ante un brillante Daniel Berger, que consiguió empatarle con 12 bajo par.
Ante la amenaza de Berger, el joven Spieth tuvo que ponerse el mono de trabajo y tirar de genialidad para llevarse, definitivamente, el torneo en el primer hoyo del desempate. Así pues, tirando para birdie, desde una distancia de unos 30 metros y con la dificultad que conlleva tocar la bola desde el búnker, el americano se sacó un golpe increíble de la manga con el que dejó al público, a su propio caddie y, sorprendentemente, a sí mismo con la boca abierta.
Échale un vistazo al vídeo y alucina con la magia del gran Jordan Spieth…
Periodista deportivo. También estudié Comunicación Audiovisual. Actualmente colaboro en @SpheraSports. Antes estuve en @ColpisaDeportes, Grada360 y @EFEdeportes.
