La Roma llegó a un acuerdo con el ayuntamiento de la capital italiana para la construcción de su nuevo estadio, poniendo fin a cinco años de intensos debates. Dirigentes del conjunto giallorosso, actualmente segundo clasificado en la Serie A, se reunieron el viernes por la noche con representantes del consistorio y con inversores y acordaron los términos para la edificación del nuevo estadio. Sin embargo, el proyecto fue recortado por el ayuntamiento y el club italiano no podrá levantar tres torres de oficinas junto al campo.
«Fue un camino muy, muy largo. Da la sensación de que ha sido casi como las campañas que llevaban a cabo nuestros ancestros de la Antigua Roma», indicó el presidente del club, James Pallotta, que habló de un «nuevo capítulo» en la historia de la entidad. La Roma lleva desde 2012 luchando por la construcción de un nuevo estadio. Actualmente comparte el Estadio Olímpico de la ciudad con la Lazio, su archirrival. El nuevoo feudo se construirá en Tor di Valle, a las afueras de la ciudad en la zona suroeste. Será financiado en su totalidad con capital privado.
Según el proyecto inicial, se iba a construir al lado una zona de oficinas, pero ese aspecto fue muy criticado porque podría ser un foco de corrupción y especulación inmobiliaria. Además, decían los críticos, dificultará muchos los accesos al transporte público. La alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, miembro del Movimiento 5 Estrellas, fue muy criticada durante las negociaciones porque su Gobierno no tuvo nunca una línea clara. «Hemos revolucionado el proyecto y lo hemos cambiado por una oportunidad para la ciudad de Roma», escribió Raggi el viernes por la noche en Facebook.