El ciclismo femenino en España no ha gozado, tradicionalmente, la visibilidad que sí han disfrutado las mujeres en otros deportes. A años luz de otros países europeos como Holanda o Alemania, la profesionalización todavía es una asignatura pendiente, y aunque se están dando pasos que invitan al optimismo, el crecimiento es lento y las inversiones no son todo lo altas que deberían.
Quien sí ha dado un golpe sobre la mesa en este sentido es Movistar Team, que en 2018 creó una sección femenina con una decena de ciclistas con el objetivo de dinamizar este deporte y contribuir al aumento del número de licencias, siempre al amparo de la RFEC. Así, Movistar dispuso de los mejores medios para participar en el pelotón internacional, con las mismas oportunidades que nombres como Alejandro Valverde, Marc Soler o, hasta hace poco, Nairo Quintana.
Capitaneando el equipo destaca una alavesa que ha dado mucha guerra en este 2019. Se trata de Lourdes Oyarbide (Egino, 1994), quien se ha consagrado, junto a Sheyla Gutiérrez, como las grandes referentes no solo del Movistar Team, sino del ciclismo femenino español. Enamorada de la bici desde pequeña (con cinco años se escapó con una de casa y recorrió un kilómetro y medio), creció como ciclista en el Bizkaia-Durango, club modesto de su tierra en el que pasó nueve años y donde alternaba competiciones con sus estudios de Ingeniería Industrial. La gran victoria cosechada en el Campeonato de España de contrarreloj en 2017 la catapultó al gigante de Telefónica.
Su vida dio un vuelco. Ya finalizados sus estudios, pudo centrarse solo en la bici y disponer de los mejores medios. Si en Bizkaia apenas disfrutaba de un material para competir y un calendario de carreras, en Movistar tiene seguimiento controlado, nutricionista, todo tipo de material, viajes más cómodos… y desde este 2020 que empieza, la oportunidad de disputar carreras nada menos que en el UCI World Tour. «Poco a poco se va profesionalizando nuestro deporte y eso significa que estaremos en las mejores carreras de la temporada», dijo Lourdes rebosando ilusión en la presentación del equipo.
Atrás queda un año 2019 en el que ha logrado el Campeonato de España en Ruta, el subcampeonato de contrarreloj y la victoria de etapa de la Vuelta a Burgos. Éxitos que la llevaron a renovar en verano por dos temporadas más, tras un 2018 agridulce con más trabajo y recuperación que alegrías. Por supuesto, la gregaria no se conforma con la mera profesionalización y pide un mayor crecimiento para el ciclismo femenino, en auge tras la emoción vivida en carreras internacionales como el pasado Mundial, y figuras como Annemiek van Vleuten rompiendo moldes. Lourdes pide más desnivel en las carreras, más distancia en los recorridos y más etapas.
Pero sobre todo cree que la mayor herramienta para crecer tiene que ver con la visibilización, la misma de la que disfrutan cada vez más deportes como el fútbol, el baloncesto o el balonmano. “Espero que llegue a normalizarse la posibilidad de seguir ciclismo femenino por televisión (…). Al haber equipos profesionales como Movistar o Bizkaia, las condiciones de las ciclistas han mejorado mucho y las más jóvenes pueden ver que hay un futuro, que ser profesionales es una opción, algo que nosotras lo veíamos imposible. Los equipos de otras categorías tienen que cuidar a esa cantera y animarles a que sigan año tras año”, declaró en una entrevista a ciclo21. A sus 25 años, Lourdes quiere comerse un 2020 de lo más ilusionante, dando un nuevo salto en el ciclismo profesional, quemando barreras, demostrando que hay futuro para las mujeres en este deporte y sirviendo de ejemplo para futuras generaciones. Desde aquí la seguiremos de cerca.
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