El Mónaco venció 2-0 al Saint-Étienne, se consagró campeón del fútbol francés y en el estadio Louis II las imágenes fueron de júbilo: el Príncipe Alberto II abrazó al ruso Dimitri Rybolovlev, dueño del equipo, mientras que el colombiano Radamel Falcao lloró junto a su hija en el campo.
No era para menos: los monegascos volvían a consagrarse tras 17 años de sequía y sumaban la octava Ligue 1 de su historia, en una temporada en la que además llegaron a las semifinales de la Liga de Campeones.
Lo hacían, además, destronando al Paris Saint-Germain, que buscaba su quinto título consecutivo con un plantel forjado a golpe de talonario. «Ganamos con un equipo que no era favorito, contra un rival muy fuerte«, dijo el portugués Leonardo Jardim, entrenador de los monegascos, en referencia justamente al PSG, que tras ser comprado por un grupo de inversión catarí en 2011 dominaba a placer el campeonato.
Durante la celebración del título, con Jardim en rueda de prensa, los jugadores le vertieron un cubo de agua helada, cerveza y hasta zumo de naranja. Luego, ya de noche, los aficionados monegascos convirtieron el Principado en una fiesta.
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Era entendible. Como tituló el periódico «Le Parisien», «Los príncipes por fin son reyes«.
«Los más bellos y los más ofensivos ganaron y eso no debe cambiar nunca», elogió por su parte el periódico «L’Équipe».«Grandes jugadores, una base, un fondo de juego, estrellas de ayer, de hoy y de mañana. Mónaco tuvo eso toda la temporada», continuó el diario, que en su portada calificó al cuadro del Principado como un «Campeón talla XXL».
En la consagración monegasca sobresalió Kylian Mbappé, de apenas 18 años pero ya una de las estrellas emergentes del fútbol europeo. El joven delantero, surgido de las divisiones inferiores del equipo, marcó 15 goles en el torneo, uno de ellos para abrir el marcador ante los «verdes«.
Como en otras ocasiones, Mbappé anotó tras pase de Falcao. La asociación ilustró bien el gran año del Mónaco. En lo individual, el colombiano volvió a su mejor forma, marcó 21 goles en el torneo.
Juntos, como referentes ofensivos, fueron en buena parte responsables de que el equipo llegara a los 104 goles esta temporada, la tercera cifra más alta en la historia de la Ligue 1, después del RC Paris (118) y el Reims (109) en 1960.
El Mónaco estableció un nuevo récord de puntos como visitante (52) y si gana la próxima jornada ante el Rennes igualará la marca de 30 partidos ganados que el PSG alcanzó la temporada pasada. Una victoria significaría también el duodécimo triunfo seguido, con lo que superaría al Bordeaux (11) y lograría otra cifra histórica.
Tras la victoria ante Saint-Étienne, Mónaco sumó 92 puntos, seis más que PSG, segundo con 86. Alberto II, uno de los grandes hinchas del equipo, no lo cree muy bien aún. «Hace cuatro años estábamos en segunda división«, recordó el príncipe, cuya madre, la actriz estadounidense Grace Kelly, diseñó la camiseta del club.
En efecto, Mónaco volvió a la Ligue 1 en la temporada 2013-2014. El regreso se dio en parte por la inyección económica de Rybolovlev, que compró el equipo en diciembre de 2011. Una buena gestión, con finanzas saneadas y una eficaz política de fichajes, consolidó la vuelta del cuadro monegasco al más alto nivel.
De esta manera, la plantilla actual es una buena mezcla de veteranos como Falcao (31 años), el mediocampista Joao Moutinho (30), el arquero Danijel Subasic (32) y jóvenes prometedores como Bakayoko (22), Fabinho (23), Benjamin Mendy (22), Thomas Lemar (21), Bernardo Silva (22) y, claro, el propio Mbappé, que jugó 20 partidos desde febrero.