El Balón de Oro y el premio The Best rompen con el binomio France Football – FIFA y devuelven al fútbol los dos premios tradicionales hasta la unión de éstos: el propio Balón de Oro y el FIFA World Player. Aunque en la mayoría de ocasiones recalan en el mismo futbolista. Con la pelota dorada en casa de Cristiano Ronaldo, tan solo quedaba por dilucidar quién sería el galardonado como mejor jugador del año para la FIFA en su tradicional gala en Zúrich.
Una gala marcada por la ausencia de los jugadores del Barça. Messi, Iniesta y Luis Suárez deberían haber acudido a la ceremonia para recoger su premio como integrantes del Mejor XI del Año, primer trofeo a entregar para abrir boca. Una alineación de lujo formada por Neuer; Dani Alves, Piqué, Sergio Ramos, Marcelo; Modric, Kroos, Iniesta; Messi, Luis Suárez y Cristiano Ronaldo. Excepto Neuer, todos jugadores de Real Madrid y Barcelona. Aunque otros muchos fueron votados y aquí puedes comprobarlo.
A continuación se entregó el premio dedicado a los que verdaderamente importan en el fútbol, o esa es la teoría: los aficionados. Un premio repartido entre dos clubes míticos que nos regalaron, probablemente, el mejor partido de la pasada campaña: Liverpool y Borussia Dortmund. Aquel 4-3 en Anfield cuando todo parecía perdido pero sobre todo el You’ll Never Wakl Alone a capella, con las bufandas al viento sin importar el color, en hermandad. Ese es el espíritu que el himno transmite y por él han ganado el premio.
Los primeros premios «gordos» iban saliendo. Los premios a los mejores entrenadores del año tanto en categoría masculina como femenina. Y los elegidos han sido Claudio Ranieri, por su cuento de hadas fantástico en Leicester, y Silvia Neid, tercera vez en su carrera mejor entrenadora del año, por su oro olímpico en Río 2016 y por clasificar a Alemania para la fase final de la Eurocopa como invicta.
Antes de elegir a los mejroes jugadores del año, se repartieron unos premios secundarios de diversa índole. El reconocimiento a una carrera ha sido para el jugador de fútbol sala Falcao. Una carrera de éxitos y magia la del brasileño culminada con una icónica imagen siendo manteado cuando Brasil cayó eliminada en el último Mundial de Futsal. Un reflejo de lo que es y ha sido durante muchos años el brasileño. El mejor. Un referente.
El tradicional Premio Puskas al mejor gol del año ha recaído en el malayo Mohd Faiz Subri por su soberbio lanzamiento de falta que trazó una parábola imposible. Al igual que sucediera el pasado año con Wendell Lira, un momento único que jamás borrará de su memoria en la modesta carrera de este jugador. Y también hay un premio triste. Un premio para un ganador que seguro desearía no haberlo sido: el premio al Fair Play que ha recibido Atlético Nacional debido a su solidaridad con Chapecoense tras su tragedia aérea. El peor momento futbolístico del año, y de muchos años pasados y venideros recientes, sin lugar a dudas. Força Chape siempre.
Y ya tan solo faltaban los dos premios más importantes por salir. El premio a la Mejor Jugadora del Año que ha recaído en la estadounidense Carli Lloyd, capitán y estrella de la mejor selección del mundo. Y el premio al Mejor Futbolista del Año que ha ganado Cristiano Ronaldo, insignia del Real Madrid y Portugal, bicampeón de Europa y bicampeón en Premios: Balón de Oro y The Best. Año inmejorable el 2016 del luso.
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