Los fichajes del Barça no han rendido al nivel que se esperaba de ellos. Con la llegada de la navidad llega la hora de evaluar sus primeros meses en la ciudad Condal. Tras solo cuatro meses de competición, pero, es justo remarcar que ni es hora de suspender a nadie ni de poner notas altísimas. Adaptarse al Barça cuesta lo suyo y, por tanto, los recién llegados necesitan tiempo para mostrar todo su potencial.
Cillessen: testimonial. No ha jugado lo suficiente como para evaluarle, pero las sensaciones transmitidas no han sido las mejores. ¿Para jugar lo que ha jugado era necesario un jugador de su edad?
Umtiti: notable. El que más protagonismo ha gozado y, quién sabe, si no fuera por las lesiones, quizá hoy sería titular. Sea como sea, Luis Enrique cuenta con él, se reparte los minutos con Mascherano y cumple. Esta vez sí parece que se ha acertado en la elección.
Digne: bien. Las diferentes lesiones de Alba le han hecho participar más de lo esperado. En general, poco se le puede achacar. Si fuera el titular quizá le faltaría algo más, pero como suplente cumple: se incorpora con criterio en ataque, se asocia con sencillez y aguanta el tipo defensivamente. Es el único, aparte de Alcácer, que ha marcado.
André: aprobado. Ni se ha acercado a su mejor versión. Ha cumplido como relevo de Busquets, pero no como interior. Transmite una tranquilidad que al Barça actual no le favorece: el equipo busca constantemente el juego vertiginoso.
Denis: notable. Junto a Umtiti el que mejor sensaciones ha transmitido. Sin gozar del mismo protagonismo ha sabido mostrar siempre que tiene esa cosa especial que le puede hacer encajar como anillo al dedo en el Barça. Es un Iniesta en pequeño, salvando las enormes diferencias. Por su edad y por la acumulación de jugadores en su posición, no obstante, hay que ser cautelosos.
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Alcácer: aprobado. Llegó para marcar y termina el 2016 con un gol, en Copa y contra el Hércules en el Camp Nou. Rendimiento insuficiente. Necesita liberarse y confiar más en sí mismo. No debe limitarse a ir siempre al primer palo. Le ‘salvan’ las ganas que le intenta poner, aunque esto, en un club como el Barça, sea insuficiente, tal y como el ejemplo de Pedro demostró.