Nos pasamos las semanas y meses del curso futbolístico valorando cualitativamente todo aquello que le sucede a nuestro equipo. Espacios de tiempo en los que debatimos acerca del proceso de mejora que experimenta un grupo de jugadores, el aprovechamiento que hace el técnico de los recursos que tiene al alcance, momentos en que nos alejamos del resultadismo para centrarnos en la calidad del juego… Un particular ambiente en el que reflexionamos sobre lo que vemos y desde el que emitimos interpretaciones que, aunque sean subjetivas, están ceñidas a estos criterios numéricos que conocemos como estadísticas.
Es una de las rigurosas obligaciones de todo aquel (periodista o no) que se dedica a informar, mediante cualquier plataforma, de todo aquello que sucede en un terreno de juego. La utilización de los elementos matemáticos y estadísticos del fútbol sirven para sacar conclusiones e intentar transferir tu visión de las cosas a los demás. Aun así, hay tendencia a huir de lo numérico, de toda medición exacta porque es algo que encasilla cualquier enfoque cualitativo.
Pero hoy tengo un antojo. Me apetece encasillar, tengo ganas de hacer una evaluación cuantitativa. Pese a saber que no puedo dedicar muchas líneas a cada jugador para no eternizar el artículo, me apetece poner notas a mis jugadores una vez llegados a diciembre, encontrándonos en un momento que podría compararse con los exámenes parciales de un curso escolar. ¿Cómo evaluaría a los jugadores del FC Barcelona en esta temporada 2017-18? ¿Cómo encaran el segundo semestre del curso, y por lo tanto, el viaje hacia los exámenes finales de abril y mayo? Es un poco largo, pero vamos allá:
EXCELENTE
Ter Stegen. Símbolo de fiabilidad absoluta bajo los tres palos, en la que está siendo su temporada más determinante a nivel personal y colectivo. Cada vez más decisivo en esos tramos de partido en los que los porteros ganan puntos, su momento de forma está cuestionando hasta la titularidad del mismísimo Manuel Neuer en la selección alemana.
Jordi Alba. Ha experimentado un cambio radical desde la pasada temporada que nos permite asistir a una versión ‘muy 2012’ del hospitalense. Su influencia en el juego ofensivo del equipo ha aumentado hasta el punto de ser la opción preferida a la que recurre Messi para generar superioridad en el área rival, en una relación que ha alcanzado extraordinarios límites de efectividad.
Samuel Umtiti. Sigue en la línea ascendente desde su llegada al club y que tiene, como techo, su consagración como uno de los centrales de la próxima década. La (ya nada sorprendente) sobriedad con la que actúa a sus 24 años recién cumplidos no hace más que confirmar que estamos ante uno de los mejores fichajes de la historia moderna del FC Barcelona.
Lionel Messi. Lo siento, se agotan las palabras para el ‘diez’. Solo les pido que pasen y lean.
NOTABLE
Sergio Busquets. Ha recuperado el nivel al que nos tiene acostumbrados y que hacen del badiense el mejor lector de juego del mundo. Me ha costado no incluirlo en la lista anterior, y si no lo he hecho es por lo que llega a sufrir en algunos partidos en los que la fluidez del balón en el centro del campo no es la idónea para que pueda centrarse solamente en su trabajo y desarrollarlo de la forma más óptima.
Sergi Roberto. Tras derribar el muro la temporada pasada, ha empezado el curso en un gran estado de forma y convenciendo a mucha gente de que merece, definitivamente, una oportunidad como interior (que no olvidemos, es su posición habitual). Sin embargo, su espectacular sacrificio colectivo hace que siga siendo más que habitual en una posición de lateral que ya ha dejado de ser anecdótica para él.
Andrés Iniesta. Algunas de las buenas vibraciones que siempre necesita para disfrutar encima del terreno de juego han aflorado a lo largo de estos meses. El hecho de jugar un alto número de partidos le han ayudado a sentirse mejor y a ofrecer un rendimiento que, si bien sabemos que nunca será como antaño, ha dejado detalles de lo que ha sido, es y será: un superclase.
Paulinho Bezerra. Forma parte de esta lista por cómo ha conseguido amoldarse a un grupo de compañeros muy diferentes a los que ha tenido a lo largo de su trayectoria. La inclusión de un jugador de este tipo al equipo ha aportado un recurso fresco, diferente y efectivo al (muchas veces) esperado planteamiento del equipo. Además, su aportación goleadora le ha permitido entablar una relación afectuosa con una afición que le recibió en verano con cierta animadversión.
Paco Alcácer. Le he puesto esta nota por un motivo bien sencillo: su aportación en cada partido ha mejorado aquello que estaba pasando hasta entonces en el terreno de juego. Como buen delantero, ha refrendado esta sensación con ocasiones, peligro, movimientos inteligentes y goles. Esto le ha permitido jugar partidos como titular y compartir espacios con el otro delantero de la plantilla sin que esto supusiera un problema. Más bien todo lo contrario, lo cual añade otro recurso a nivel táctico a este Barça.
BIEN
Jasper Cillesen. Ha jugado poco, pero cuando lo hace da la sensación que cumple perfectamente como portero suplente. Francamente, hay momentos en que te preguntas hasta cuándo un portero de este nivel va a querer seguir siendo suplente en un club en el que, con Ter Stegen de titular, difícilmente va a jugar de forma habitual en los próximos años.
Gerard Piqué. Sigue demostrando que, aunque quedan migajas de aquel central imperial que fue en su día, ya no volverá a serlo. Con la comandancia de la defensa ya entregada plenamente a Umtiti, el central catalán cumple como escudero y solamente algún error puntual nos hace recordar que va siendo hora de hacer los movimientos pertinentes para asegurar el futuro en una posición tan crucial como esta.
Nelson Semedo. Un caso extraño. Tras encadenar una serie de partidos del tramo inicial con altísima nota, parece que su consolidación en el once (recordemos, se fichó a un lateral diestro para ser titular) no deja de sufrir intermitencias. No sabemos si por la fiabilidad defensiva que ofrece Sergi Roberto o por alguna (comentada) variable de su fichaje, pero la gestión de sus minutos deja, de momento, cuestiones a resolver durante la segunda parte de la temporada.
Thomas Vermaelen. Ha tenido un impacto más que positivo en los últimos partidos que, por necesidad, se ha visto obligado a disputar como titular. Ha estado atento en el corte, fuerte en el juego aéreo y ha conseguido que su presencia se note más a nivel positivo que negativo, algo que debe ser primordial para todo jugador no habitual. En definitiva, un papel que le podría catapultar al rango de tercer central del equipo. El aspecto negativo es que no ofrece las garantías físicas necesarias para afrontar una temporada tan importante como esta, lo que obliga al club a hacer algún movimiento en este mercado invernal.
Lucas Digne. Para mí, el paradigma de jugador ejemplar y necesario en una plantilla. Consciente de su posición en el grupo y de lo complicado que lo tendrá siempre para ser titular en el Barça, se limita a cumplir con sus funciones en una posición tan importante para el Messistema como es el lateral izquierdo. Buen nivel físico para llegar a la línea de fondo y una aceptable capacidad combinativa y defensiva siguen haciendo del francés una buena opción para ofrecer una rotación de calidad para Jordi Alba.
Ivan Rakitic. Ha bajado su índice de trascendencia en el peso ofensivo del equipo. A punto de cumplir la treintena, el trabajo oscuro con el que muchas veces debe cargar hace que su aportación ofensiva se haya resentido, habiendo marcado un solo gol. Luce mucho menos a los ojos del espectador y ofrece la sensación de que la llegada en verano de un perfil más combinativo (Verratti en su día) le hubiera apartado del once, y quien sabe si del club.
Denis Suárez. Ofrece minutos de calidad cuando juega y actúa como un atrevido revulsivo en partidos que están atascados. Sin embargo, no hay que olvidar que se encuentra en su segunda temporada y que aún no ha dado el paso adelante que parece que debería empezar a dar. Eso sí, en estos momentos me parece un excelente duodécimo o décimo tercer jugador, necesario en esta plantilla.
Luis Suárez. El jugador que más ha acusado el estilo de juego que Ernesto Valverde está tratando de llevar a cabo. Normalmente desubicado y con sus ya conocidos problemas a nivel combinativo, juega más lejos del área, lo que reduce su importante peso como ‘killer’. El hecho de estar más lejos del área le resta protagonismo y creo que esto le ha llegado a afectar a nivel psicológico. Sin embargo, tiene la calidad y el carácter para levantarse de situaciones así (lo ha hecho muchas veces) y volver a dar muestras de que no está dispuesto a dejar el trono de mejor nueve del mundo tan fácilmente.
SUFICIENTE
Aleix Vidal. La aportación del lateral-extremo catalán se ha limitado a cumplir en partidos no muy decisivos y con la sensación generalizada de que su contribución al juego no ofrece nada novedoso o sorprendente. El gran efecto que tuvo en el equipo la insurgencia futbolística que protagonizó el año pasado, solamente frenada por la grave lesión que tuvo, parece haber desaparecido. No es del todo feliz con los minutos disputados y tiene bastantes números para salir en invierno.
Gerard Deulofeu. El canterano lo tenía difícil desde el inicio. La posición en la que juega ya no le garantizaba protagonismo continuado y solo la lesión de Ousmane Dembélé le ha acabado catapultando a la primera línea de fuego. Una vez ahí, no ha acabado de aprovechar la oportunidad, pese a ser uno de los jugadores que mejor uno contra uno tiene. Tras media temporada brillando en el AC Milan jugando por la izquierda, tengo la impresión de que volver a la derecha no le ha sentado del todo bien. Lo considero una verdadera lástima porque tenía esperanzas puestas en él, pero si pocos entrenadores han llegado a confiar plenamente en él a lo largo de su carrera por algo debe ser.
André Gomes. El día de la marmota hecho futbolista. El talento que este portugués exhibió en Mestalla y que supuso un gran desembolso para su fichaje sigue sin aparecer año y medio después. Combina bien, sí. Tiene calidad para el pase, sí. Es capaz de conservar bien el balón, sí. Pero el precio pagado por él exige algo más. Algo que solo parece ver Valverde en los entrenamientos, como en su día Luis Enrique. Nosotros le seguimos esperando en los partidos.
Javier Mascherano. Que alguien tan competitivo como el argentino reconozca que ha llegado el momento de irse dice mucho de lo que representa su aportación al FC Barcelona actual. Las dos partes quisieron alargar otro año un ciclo que debió haber acabado en verano, cometiendo un error que ahora obliga al club a fichar a un jugador (en una posición tan complicada en el Camp Nou) con la temporada ya arrancada.
INSUFICIENTE
Arda Turan. Hay alguien que se está riendo de todo el barcelonismo desde el pasado verano. A la nula participación que ya se sabía que iba a tener, se le han unido pequeñas lesiones en momentos tan oportunos como en la eliminatoria de Copa del Rey, que borraron al jugador de lo que hubiera sido un trámite bochornoso para él (casi tanto como todo su periplo vestido de azulgrana). La del turco ha sido una de las mayores decepciones que me he llevado en años.
NO EVALUABLE
Rafinha. El eterno problema de los Alcántara está manteniendo al brasileño en el dique seco en todo lo que llevamos de temporada. Jugador talentoso que puede aportar frescura a la plantilla, pero con nulas expectativas de ser titular a medio plazo. Se encuentra en una situación que no debe ser nada fácil para él, y por esto merece el mayor de los respetos por parte de todos hasta que vuelva a tener la oportunidad.
Ousmane Dembélé. Qué lástima no poder ponerle nota, porque no tengo ninguna duda de que, de haber conseguido adaptarse plenamente al equipo, estaría en uno de los dos primeros grupos de jugadores que hoy he compartido con vosotros. Su incorporación al equipo en el tramo más bonito de la temporada nos puede aportar aún más variantes y talento a nivel ofensivo. Me ilusiona enormemente y tengo la esperanza de que empiece a ser decisivo esta misma temporada.
Si has llegado hasta aquí, querido lector, significa que te han interesado mis cualificaciones de final de semestre. Unas cualificaciones totalmente subjetivas y que trato de compartir desde el punto de vista más humilde, tratando a la vez de ser lo más riguroso posible.
Si has llegado hasta aquí, querido lector, y has mostrado interés en ‘mis notas’, quiero que sepas que también tengo interés en las tuyas. ¿En qué estamos de acuerdo y desacuerdo? ¿Cuáles son los motivos? Es un debate que me interesa y que te pido que compartas en Twitter para que pueda verlo desde mi perfil.
¡Gracias!
«Jugar al fútbol es muy simple, pero jugar un fútbol simple es la cosa más difícil que existe». #GràciesJohan
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