Segundo partido de Premier League del Liverpool sin el lesionado Coutinho y segundo partido en el que no logra vencer. Algo falla y Klopp tiene que ponerle solución si los reds quieren seguir siendo candidatos al título de liga.
El partido ante el West Ham comenzó de la mejor manera. A los 5 minutos, Lallana hizo el primer gol del partido aprovechando el despiste de toda la defensa del West Ham, que vio cómo el centrocampista inglés ponía por delante a los suyos nada más empezar el encuentro. Rapidez y fluidez en la elaboración de jugadas en los de Klopp. Pero, en el minuto 28 aparecerió el francés Dimitri Payet para empatar el partido con un libre directo lanzado maravillosamente. El West Ham de Slaven Bilic empató el partido y, acto seguido, adelantó sus líneas para poner en aprietos al Liverpool. Tan solo 10 minutos tardarían los hammers en conseguir el gol de la remontada. Tras un pase en largo desde la derecha, Matip erró en el despeje y el delantero del West Ham Michail Antonio lo aprovechó para batir a Karius y hacer el 1-2. Los de Klopp, sorprendidos ante una remontada tan fácil del West Ham, se fueron algo cabizbajos al descanso. Pero volvieron con más fuerzas, pues en el minuto 3 de la segunda parte Origi se encargaría de volver a poner el empate en el marcador. El ariete belga cazó rápidamente un balón que se escapaba de unas frágiles manos del guardameta Randolph. Con este marcador finalizaría el encuentro.
Klopp desolado tras el empate ante el West Ham | Getty Images
Hasta 18 tiros durante todo el partido por parte de los del técnico alemán Jürgen Klopp. Pero tan solo 3 entre los tres palos. Algo le pasa al Liverpool. ¿Cuál es el problema?
El nombre que a todos se les viene a la cabeza es el de Phillipe Coutinho. Y no es nada extraño, pues, como antes se aclara, es el segundo partido de Premier League sin él y aún no se ha conseguido la victoria. La pasada jornada, una derrota en el estadio del Bournemouth por 4-3 tras ir ganando por 1-3. En ese partido, los de Klopp dispararon hasta en 10 ocasiones y marcaron 3 goles, pero de nuevo le faltó algo. Ante el West Ham, tras empatar un 1-2 en contra, los reds no han sido capaces de anotar el gol de la victoria. Cierto es que la defensa del conjunto londinense ha realizado una gran actuación (excepto en el gol de Lallana), pero el Liverpool debería demostrar en esos momentos la capacidad resolutiva que tienen los equipos que acaban luchando por el título.
Cuando el Liverpool echa más en falta al mediapunta brasileño es en los momentos en los que mejor está. Cuando el Liverpool domina en llegadas al área rival es cuando su figura más se extraña. Phillipe Coutinho da pausa a las jugadas, levanta la cabeza, crea una jugada y la lleva a cabo. Pero solo cuando cree que es el momento perfecto. Coutinho no juega a lo que salga, sino que sabe medir los tiempos del partido. Eso es algo que al Liverpool sin él le falta. El brasileño le da al equipo esa calidad que lo aleja un poco del estilo primitivo de fútbol inglés y lo acerca a un fútbol más moderno y elaborado. Sin él, los de Klopp han demostrado que les cuesta crear jugadas de combinación que les adentren en el área y matar a sus rivales. Ni a Bournemouth ni a West Ham, a ninguno les han conseguido hacer daño de esta manera, por lo que el entrenador alemán debe buscar una solución antes de que sea tarde.