La Liga española de fútbol respaldó al jugador ucraniano Roman Zozulya, a quien los hinchas radicales del Rayo Vallecano acusaron de ser «neonazi», y anunció «medidas legales» si no le dejan jugar en el club madrileño. «Es inadmisible que tengamos ese problema en España. El jugador parece que tiene limitados sus derechos fundamentales, algo que solo pueden hacer los jueces, y por eso si tengo esa sensación o el indicio de que ha habido coacciones, no voy a dudar en acudir a poner una querella criminal contra los que lo han hecho», manifestó Javier Tebas, presidente de la patronal de clubes españoles.
El conflicto fue engordando como una bola de nieve desde que el Betis cerró la cesión del futbolista ucraniano al Rayo. Sin embargo, durante el posterior entrenamiento efectuado por el Rayo, un grupo de hinchas radicales del equipo madrileño, asociados a la ultraizquierda, se presentó con una pancarta: «Vallekas no es lugar para nazis. Presa para ti tampoco. Vete ya!». El jugador fue insultado por los aficionados a su llegada a la ciudad deportiva del Rayo y la policía debió intervenir para que no pasara a mayores.
La polémica se generó después de que algunos medios vincularan al jugador con un grupo paramilitar ucraniano de ultraderecha y señalaran que aterrizó en España con una camiseta que llevaba un escudo muy similar al de esa agrupación, lo cual fue negado por el futbolista. El Betis defendió enérgicamente al futbolista y deseó que «esta situación sea solucionada lo antes posible puesto que está dañando grave e injustamente tanto la imagen como la proyección deportiva» de Zozulya. El plantel del conjunto verdiblanco también defendió al futbolista y su capitán, Joaquín, afirmó que se está asistiendo a «un linchamiento público».