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Latidos de fútbol

En este espacio hemos hablado en más de una ocasión sobre la crueldad de las lesiones. De cómo un problema físico puede truncar una prometedora carrera deportiva en un abrir y cerrar de ojos. Y también de lo que supone a nivel mental hacerse daño, una circunstancia que suele generar inseguridades que pueden desembocar en futuras recaídas. No era para menos, la plaga de roturas de LCA que viene padeciendo la Primera Iberdrola en los últimos tiempos bien merecía toda nuestra atención, pero por desgracia hoy debemos ir un paso más allá, porque la actualidad así lo requiere y porque vivimos un presente futbolístico con un protagonista ciertamente inesperado; el corazón.

Lo cierto es que las afecciones cardiacas han formado parte del fútbol de manera notoria en las últimas décadas, es decir, no son nada nuevo. Lamentablemente hemos sido testigos de verdaderas tragedias que nos han conmocionado, dejando grabadas en nuestras retinas imágenes que jamás podremos olvidar, y también hemos padecido varios sustos que, por fortuna, han tenido un final feliz. Pero quizás antes estábamos habituados a toparnos con algún caso puntual cada cierto tiempo, a vivir unos hechos que nos recordaban que este problema existía, pero que lejos de crear alarmismo evidenciaban que afectaba a un porcentaje mínimo de deportistas.

Pues bien, mal que nos pese parece que la cosa ha cambiado, y no precisamente para ofrecernos un escenario más positivo. En los últimos meses los casos de futbolistas que han padecido o están padeciendo problemas de corazón parecen haberse multiplicado, encendiendo todas las señales de alarma. La tecnología utilizada hoy en día tanto en entrenamientos como en partidos permite hacer un seguimiento preciso del deportista, facilitando el descubrimiento de posibles anomalías en su corazón, pero desgraciadamente seguimos siendo testigos de episodios que, francamente, le quitan el sueño a cualquiera.

Todavía se nos eriza la piel recordando lo sucedido en la Eurocopa disputada el pasado verano, cuando el danés Christian Eriksen caía desplomado al borde del descanso en el Dinamarca – Finlandia. La imagen del jugador del Inter en el suelo, intentando ser reanimado por los médicos, y protegido por la muralla humana que formaban sus compañeros de selección evitando así la exposición mediática de aquel crudo momento, persiste en nuestra memoria. El ex del Ajax acabó saliendo airoso de aquella situación dramática, quizás no vuelva a disputar ningún encuentro como profesional, pero se podría decir que aquella tarde ganó el partido de su vida.

Hace apenas unas semanas el susto nos tocaba más de cerca. Como se suele decir “a perro flaco todo son pulgas”, y en Barcelona están siendo plenamente conscientes de ello. La temporada del conjunto azulgrana está resultando extremadamente convulsa, las cosas no salen y la enfermería está saturada de jugadores con problemas físicos más o menos leves, lugar al que ha llegado un nuevo paciente con una dolencia mucho más seria.

Cuando el “Kun” Agüero parecía estar cogiendo la forma tras una lesión muscular, su corazón acaparó todos los focos. Tras sufrir un fuerte mareo en el encuentro frente al Alavés, el argentino tuvo que retirarse del campo ciertamente aturdido. Las pruebas no dejaron lugar a dudas, el ex del Manchester City padece una arritmia que, en el mejor de los casos, lo mantendrá alejado de los terrenos de juego tres meses.

Y sin tiempo para recuperarnos del sobresalto, volvemos a ser testigos de otro episodio similar en la misma ciudad y en el mismo club, solo que en una sección diferente. Los problemas de corazón son muy poco frecuentes en el mundo del fútbol femenino, pero parece que en tiempos donde las epidemias, las tormentas de nieve y los volcanes en erupción dejan de ser algo extraordinario, esto también parece dispuesto a cambiar para generarnos más preocupaciones. Caroline Graham Hansen nos ha enamorado a todos con su juego, ya lo venía haciendo en las filas del Wolfsburgo y ahora, viéndola en vivo y en directo, también lo hace como jugadora del Barça. En su segunda temporada como atacante azulgrana la noruega seguía rindiendo a un gran nivel hasta que de nuevo el omnipresente corazón decidió pausar esa trayectoria.

No ha trascendido mucho más. La futbolista nórdica estará apartada unos días de los terrenos de juego por precaución, para someterse a una serie de pruebas que deben dilucidar si puede seguir entrenando y jugando con normalidad. Decíamos antes que los avances tecnológicos han permitido hacer un seguimiento exhaustivo y diario de la salud del deportista, y he aquí un claro caso en el que a través de todas esas métricas se ha conseguido diagnosticar un posible problema. Esperemos que finalmente no sea nada y que en breve volvamos a ver a la extremo culé zigzaguear por los campos de Primera Iberdrola.

Crucemos los dedos, toquemos madera y encomendémonos a cualquier santo pidiendo una tregua en este conflicto que se ha generado entre fútbol y corazón en los últimos meses. Ojalá podamos estar mucho tiempo sin encontrarnos con ningún otro caso de este tipo. Porque el fútbol nos hace reír, llorar, gritar, saltar… En innumerables ocasiones nos hace sentir vivos. Pero es el corazón el que nos permite estarlo. Que este siga latiendo, generando latidos de vida, latidos de fútbol.

Imagen de cabecera: FC Barcelona Femení

Contenido patrocinado por Iberdrola

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