El Camp Nou clama, Dembelé se prepara desde los once metros y Ter Stegen se concentra. El Celtic puede empatar y esparcir dudas sobre el terreno de juego y gradas blaugranas. El devenir del partido está en juego. Es un momento clave, Dembelé se acerca, Ter Stegen aguanta y lo ataja. Sin duda, una de las claves de la goleada azulgrana.
No es la primera vez que ocurre. Más bien lo contrario, es algo que sucede con regularidad: solo Griezmann le ha marcado de penalti en la Champions; los otros tres que le han lanzado (Agüero, Dzeko y Dembelé) los ha parado. Ter Stegen sabe que un portero del Barça participa poco, pero que cuando lo hace no puede fallar. Sabe también que este es su momento, el momento por el que ha luchado en su trayectoria: ser titular indiscutible en un equipo puntero. Por ello, debe ofrecer lo máximo. Y contra el Celtic volvió a demostrarlo. Del 1-1 y dudas se pasó al 2-0 y show, en gran medida, gracias a él.
Tras la salida de Bravo con destino Manchester, en los aledaños del Camp Nou surgió un curioso debate: ¿está Ter Stegen capacitado para suplir al chileno? Y digo curioso porque el alemán ha ganado tres de las cuatro competiciones en las que ha sido titular: una Champions y ambas Copas.
Cierto es que el ex guardameta del Borussia Monchengladbach ha cometido más errores que Bravo desde la llegada de ambos. Per también lo es que es más joven, todavía tiene margen de progresión y, por tanto, muchas cosas por aprender. Lo que está claro es que si sigue aumentando su nivel año a año no sólo puede llegar al nivel de Bravo, sino superarlo.
Ter Stegen habla sobre el terreno de juego. Sabe que es lo mejor que puede hacer, y contagiar así al equipo tranquilidad. Está llamado a ser el cerrojo azulgrana para la próxima década.