A finales de 2020, Sergio Pérez pasó de lo peor a lo mejor en un muy breve espacio de tiempo. Se encontró con que el equipo al que ayudó a salir de la ruina financiera, que ahora estaba liderado por el padre de su compañero de equipo, decidió despedirle para traer a un tetracampeón del mundo. Con ello, se vio prácticamente sin opciones y muy fuera de la categoría, hasta que apareció Red Bull.
Su oportunidad para conseguir el sueño de todo piloto, un asiento en coche ganador, llegó cuando casi tuvo que salir de la Fórmula 1 por la puerta de atrás. Su definitivo cambio para bien dentro de la categoría se confirmó hace unos días con su renovación hasta 2024. Primeramente, firmó solo un año porque el equipo austriaco quería ver de lo que es capaz. En 2021 amplió su vinculación por una temporada más y ahora, nada más comenzar el año ha renovado hasta 2024, algo que no suele ser habitual.
Cuando llegó al equipo, casi todos teníamos claro que su papel iba a ser el de escudero de Max Verstappen. El holandés es la punta de lanza del equipo. La gran apuesta de la marca. Aunque hace poco Christian Horner afirmara que no son el equipo “Max Verstappen Racing” la realidad es que parece ser así. Y lo es debido al espléndido nivel del actual campeón del mundo.
Todo piloto quiere luchar por el mundial y Sergio Pérez no es la excepción. La pregunta que surge ahora tras su renovación es si este año podrá entrar en la pelea por el título. Tras siete Grandes Premios está tercero en el campeonato y tan solo 15 puntos por debajo del líder, el cual es su compañero de equipo. Matemáticamente, está muy metido en la lucha.
Además, algunos argumentan que la distancia sería menor (concretamente de tan solo un punto), si no hubiera habido órdenes de equipo en el Gran Premio de España. Aquí discrepo. Verstappen era mucho más rápido de Pérez y su estrategia bastante mejor. Con o sin órdenes de equipo el holandés habría ganado casi con total seguridad.
Tras la victoria en Mónaco y con su renovación es normal sacar el debate de si estará en la pelea por el título. En mi opinión, creo que esto solo se daría en unas circunstancias muy especiales que ahora mismo están lejos de que sucedan.
Solo veo al mexicano con opciones de luchar por el campeonato si Red Bull viviera lo que ha tenido Mercedes entre 2014 y 2020. Durante estas temporadas, con la excepción puntual de 2017 y 2018, los alemanes fueron los únicos con opciones de ganar. Si llegados a las últimas carreras, Verstappen y Pérez fueran los únicos contendientes por el título debido a que Ferrari no ha podido aguantar el nivel, vería factible esta lucha. De lo contrario, lo veo altamente improbable.
Lo veo muy negro para Pérez porque quien tiene sentado al otro lado del box es a Max Verstappen. Checo lleva muchos años en la categoría y nos ha demostrado su gran valía, pero el vigente campeón tiene un plus de nivel que le coloca varios escalones por delante.
Bien es cierto que se puede dar el caso de tenerlos muy igualados a puntos como pasa en la actualidad. También hay que tener en cuenta que Max ha sufrido dos abandonos por fiabilidad y Sergio uno y que en la Q3 de Mónaco el mexicano provocó una bandera roja que le permitió clasificar por delante de su compañero.
Dicho esto, obviamente no podemos descartar a Pérez por la lucha del título. Los mundiales son muy largos y puede pasar de todo. Lo que sí podemos afirmar es que el gran candidato de Red Bull, y no solo por favoritismo, es Max Verstappen. Sergio llegó al equipo para ayudar tras unas temporadas en las que ni Gasly ni Albon ofrecieron el nivel de escudero que necesitaba la marca para impulsar la candidatura de Verstappen. El mexicano sí lo ha conseguido y en 2022 ha aumentado su rendimiento. Eso sí, pienso que sigue sin ser suficiente para optar al título en condiciones normales.
Imagen de cabecera: Red Bull Racing