Se escribe Unicaja, se pronuncia proyecto 

En julio de 2021, el Consejo de Administración del Unicaja nombraba presidente a Antonio Jesús López Nieto. Días después, Juanma Rodríguez era el elegido por el presidente para hacerse cargo de la dirección deportiva. Un Juanma Rodríguez que estaba comprometido e iniciando proyecto con el Betis, pero que, ante la oportunidad de volver 11 años después a su casa, no se lo pensó dos veces. Aquí es donde cambia la historia de Unicaja, porque sin estas dos figuras no se entendería nada de lo que se está consiguiendo. 

Los proyectos, como todos sabemos, no se construyen en 6 meses, hace falta analizar qué piezas hay que tocar, quién se debe quedar, si se quiere modificar la estructura del club, la manera de trabajar, como generar sinergias entre directiva y entrenador, etc. Pero 6 meses fue el tiempo que tardó Juanma Rodríguez en tomar la mejor decisión de su carrera: firmar a Ibon Navarro. Ibon llega a Málaga en febrero de 2022 y se pone a trabajar junto a Juanma Rodríguez y López Nieto en un proyecto de club. 

De la plantilla que coge Ibón en febrero de 2022 solo se quedaron tres jugadores para la temporada 2022/2023: Alberto Díaz, Jonathan Barreiro y Darío Brizuela. Un bloque nacional clave para cumplir con el mínimo de “cupos” y para dotar de identidad al proyecto. Pero la clave estaba en reforzarse bien, porque cuando cambias 9 piezas, estás empezando un nuevo proyecto y el riesgo de equivocarte es alto. Nada más lejos de la realidad, no solo no se equivocaron, sino que sacaron matrícula de honor. En ese verano se ficha a: Osetkowski, Kalinoski, Ejim, Carter, Djedovic, Will Thomas, Sima, Kravish y Perry. El mérito aquí no está en fichar buenos jugadores, que también, está en fichar jugadores cuyo encaje en el molde que quería fabricar Ibon era el ideal. 

La temporada 2022/2023 era el inicio del proyecto y se empezaban a notar los cambios, la mano de Ibon, que el nivel de los jugadores era mayor que el de los jugadores de la 2021/2022… pero nadie hubiese imaginado a un Unicaja luchando por títulos. Pues bien, llegó la Copa del Rey de Badalona 2023 y echaron al Barça en cuartos, al Madrid en semis y se proclamaron campeones venciendo a Tenerife en la final. Primer título del proyecto en su primera temporada, donde también se llegó a semifinales de Liga Endesa y a Final Four de BCL. 

En la 2023/2024 solo se realizaron dos cambios en la plantilla. Por un lado, llegó Augusto Lima para ayudar en el juego interior y, por otro lado, tuvo lugar una grandísima operación para el club: la venta de Darío Brizuela al FC Barcelona por una cantidad cercana al millón de euros. Pero la máster class de Juanma Rodríguez no quedó ahí. El malagueño sustituyó a Brizuela con Kameron Taylor, un fichaje calificado por el propio Juanma como “el mejor de su carrera”, y es que el americano lleva dos temporadas rindiendo a un nivel superlativo. Con estos refuerzos y con el proyecto más rodado, Unicaja aplastaba a sus rivales en ACB y en BCL, pero llegó “su” Copa del Rey. Una Copa disputada en Málaga en la que la presión de ser el anfitrión y vigente campeón le pasó factura y Tenerife les echó en cuartos.  

Lejos de hundirse, Ibón y los suyos consiguieron acabar primeros en la temporada regular de la ACB y hacerse con el título de la BCL. El rodillo seguía su camino hasta que, de manera totalmente inesperada y con el factor cancha a favor, UCAM Murcia les eliminaba en semifinales de los playoffs de Liga Endesa, quedándose de nuevo a las puertas de volver a disputar una final de liga 18 años después. 

Y este pasado verano se apostó, como no podía ser de otra manera, por la continuidad del proyecto. Llegó Tyson Pérez para sustituir a Will Thomas, y dos grandes oportunidades de mercado como Olek Balcerowski y Killian Tillie que sustituyeron a Lima. Estas nuevas incorporaciones convertían a Unicaja en una plantilla de 14 jugadores, lo que permite a Ibón rotar mucho y contar con numerosas opciones. Ahora, no es sencillo gestionar un grupo de 14 jugadores y que los 14 estén contentos y sepan exactamente cuál es su rol. Ahí Ibón ha hecho magia. 

Esta temporada no está siendo más que la confirmación definitiva de que el proyecto está siendo un éxito: Campeones de la Copa Intercontinental, campeones de la Supercopa venciendo al Real Madrid y campeones de Copa del Rey venciendo de nuevo a los de Chus Mateo. Pero el éxito no solo es ganar títulos, éxito es conseguir que Ibon, Perry o Taylor renueven cuando no eres un club Euroliga, éxito es que el Carpena sea una caldera día tras día y no quepa un alfiler, éxito es que ciertos jugadores no se quieran ir porque han encontrado un hogar en Málaga y una familia en tu club. El éxito también son esas cosas. 

De cara el verano 2025, parece que retener a Osetkowski y Carter se antoja dificilísimo, pero qué más da, el proyecto sigue su cauce y Unicaja seguirá ganando. Eso es lo que esta directiva y este entrenador han logrado, que nadie sea imprescindible y que el proyecto sea sólido y estable. 

Y quiero terminar diciendo que para que ocurran estas cosas tan bonitas, hacen falta una grandísima directiva, buenos jugadores, un buen entrenador, pero, sobre todo, paciencia y confianza en el proceso.