Los grandes favoritos de esta Eurocopa pueden ser recitados por todo aficionado sin dubitar ni un solo segundo: España, Alemania, Francia, Italia… al igual que los futbolistas llamados a destacar por encima de rivales y compañeros como Cristiano Ronaldo, Thomas Müller, Gareth Bale o Andrés Iniesta. El premio de actor revelación, en cambio, se presenta como una lucha encarnizada entre los más modestos por despertar ilusión entre sus aficionados a la par que ganarse a cualquier aficionado neutral a base carisma y humildad.
La histórica temporada del Leicester City no ha dejado a nadie sin una opinión firme al respecto y, salvo excepciones, cualquier hombre de buena fe no puede negar la evidencia y admitir que es una proeza difícilmente imaginable. Un reconocimiento al trabajo y la convicción de quien aun siendo inferior, no se cree menos que nadie. Por toda la intrahistoria que hay detrás, Albania (recomiendo el documental ‘La gesta de Albania’ de Gaby Ruiz, brillante) e Islandia partían como aspirantes número uno para obtener dicho galardón. Sin embargo, una selección llegada desde Gran Bretaña se ha alzado entre sus rivales para decir aquí estoy yo, cuenten conmigo. Se trata de Irlanda del Norte y estas son las claves de su éxito.
Su entrenador: Michael O’Neill
Podría considerarse como uno de los artífices principales de que ‘El ejército verdiblanco’ dispute por primera vez en su historia una fase final de una Eurocopa. No ha dudado en utilizar más de 40 futbolistas durante toda la fase de clasificación hasta dar con la tecla adecuada sin importar en que división jugasen o el número de minutos que disfruten. Además, una vez conformada la plantilla definitiva para Francia se encargó de transmitir sus ideas y abogar por un compromiso común necesario para competir con rivales de mayor entidad.
Sólida defensa
Los de Michael O´Neill han alternado la defensa de cuatro y un sistema con tres centrales. En ambos contextos, la solidaridad defensiva y las ayudas han impulsado a una modesta plantilla que escasea de jugadores de primera división en comparación con el resto salvo en el eje de la zaga. Evans, Cathcart y McAuley militan en la Premier League y son la base del equipo norirlandés.
Steven Davis
El centrocampista del Southampton es la estrella indiscutible del equipo. Bota los balones parados y juega mucho más liberado que en su habitual equipo; en tareas de media punta o enganche con los delanteros mientras el doble pivote formado por Norwood y Corry Evans, generalmente, hacen el trabajo sucio.
El balón parado
Su punto fuerte y principal fuente de oportunidades. Las pelotas colgadas al área por Steven Davis se convierten en peligro si su delantero titular, Lafferty (193 cm), y los centrales Evans (189 cm), Cathcart (188 cm) y McAuley (193 cm) suben al remate. Saben que no gozan de muchas oportunidades en cada encuentro y que los balones aéreos no pueden desaprovecharlos para apurar sus opciones de clasificarse para octavos.
Lucha, esperanza y corazón
El espíritu del Atleti, del ‘Cholismo’; no dar ningún balón por perdido, no rendirse hasta que el partido acabe, dar la vida y pelear cada acción como si fuese la última. Sacrificio, compromiso, EQUIPO. Todos los ingredientes que un conjunto humilde necesita para rendir por encima de sus posibilidades. El vivo ejemplo es uno de sus delanteros, Conor Washington, que hace cuatro años era cartero y ahora ha debutado en esta Eurocopa.
Carisma
Reflejada en uno de sus delanteros suplentes, el ‘9’: Will Grigg. Es posible que ni debute o que tan solo dispute los minutos de la basura, pero los norirlandeses le han dedicado un cántico que ha dado la vuelta al mundo: ‘Will Grigg is on fire’ se ha convertido en uno de los himnos de este torneo. La canción original ‘Freed from desire’ ha escalado al TOP 10 en las más descargadas y este original tema, al igual que Irlanda del Norte, ha conquistado el corazón de muchos aficionados de toda Europa que amamos el fútbol modesto. El de toda la vida. El de verdad.