Como cada año, hay una serie de jugadores que, por lo inesperado de su irrupción, brillan de una manera especial. Jugadores que comienzan la temporada lejos de los grandes focos y en cuanto tienen la oportunidad brillan con luz propia sin oposición. A continuación, presento los que, para mí, son los seis jugadores revelación de lo que va de temporada en LaLiga.
Nico Williams
El pequeño de los Williams está disputando su primera temporada en primera división y menuda manera de empezar. Es un jugador eléctrico, incansable y al que se le nota su juventud y descaro. Funciona a la perfección en las segundas partes para revolucionar los partidos y hacer que pasen cosas pues no le importa quien tenga delante, él ancara, elimina rivales, prueba centros… Además, con su hermano al lado, se garantiza un inicio de carrera futbolística sobre seguro pues tener en casa a un experimentado como Iñaki seguro le facilitará las cosas en San Mamés.
Álex Moreno
Otro jugador incansable. El lateral izquierdo del Betis es uno de esos jugadores que sube y baja por la banda como si no se cansase, como si no fuese humano. A nivel defensivo, superarlo es sumamente complicado pues es potente y rápido, y a nivel ofensivo, siempre está cuando el equipo ataca por su banda. Esto facilita las superioridades en banda en fase ofensiva, una ventaja abismal de cara a la portería rival. En su momento se fichó a Miranda con intención de que fuese el titular en esa posición pero Álex Moreno le comió la tostada a base de buenas actuaciones. 3 goles y 3 asistencias lo respaldan, unos números muy buenos a estas alturas de año hablando de un lateral.
Luís Maximiano
No podía faltar en esta lista. Pese a la mala temporada del equipo, Maximiano está brillando. El portero de 23 años llegó a LaLiga procedente del Sporting de Portugal a cambio de 4.5 millones de euros con el objetivo de que cubriese la baja de Rui Silva, nada menos. El listón estaba alto y el portugués está cumpliendo. Ha salvado una barbaridad de puntos en favor del Granada, puntos que mantienen (ahora mismo) al equipo fuera del descenso, cerca pero fuera. Parece que en materia de porteros el Granada CF sabe un rato.
Arnaut Danjuma
El futbolista holandés del Villarreal está siendo, seguramente, la mayor alegría del año para el ‘submarino’. Con Gerard Moreno lesionado y recayendo de sus problemas físicos, Danjuma asumió casi todo el juego ofensivo del equipo y, pese a que en ocasiones peca de individualista, se lo gana con actuaciones fantásticas casi cada fin de semana. Procedente del Bournemouth de la segunda división inglesa, es un jugador que llegó a España a golpe de talonario (23.5 millones) pero que, pese a ello, creo que no se esperaba un rendimiento tal. 12 goles y 4 asistencias en 24 partidos son sus cifras entre liga y Champions, una pena lo de Gerard pues sabemos que es un delantero bastante asistente que podría alimentar más todavía el hambre de gol de Danjuma.
Juanmi
Pese a meter a Álex Moreno, Juanmi no podía no estar en esta lista. El Betis está completando la mejor temporada de su historia y dentro de ese contexto es Juanmi el que más está brillando, doble mérito. Lleva 19 goles y 2 asistencias entre Europa League, Liga y Copa del Rey, en la que es finalista, por cierto. Unos números de delantero top para un jugador que multiplicó por cuatro su valor de mercado desde octubre. El canterano del málaga parece estar tocado por una varita mágica y, pese a que lleva unos partidos sin marcar, casi todo lo que toca va dentro. Quien lo iba a decir, pero Juanmi es la mejor arma ofensiva del Betis en la mejor temporada de su historia.
Gavi
Y por último, el que no podía faltar de entre los que no se podían quedar fuera. Para mí, la mayor revelación de lo que va de temporada y difícilmente superable en lo que resta de la misma. Pablo Martín Páez Gavira, un chico que con 16 años había debutado con el primer equipo del Barça y pocos días después era convocado por la Selección Española para ser titular. Se dice pronto. Tiene un carácter diferente, muerde, presiona y trabaja como nadie. Tiene un trato de balón excelente, aunque en ocasiones es demasiado eléctrico. Tiene último pase, visión de juego, y aun por encima derrocha carisma allá por donde pasa. Sus cordones desatados y el chupachups que parece que lleva en la boca todo el partido ya son marca registrada de un futbolista con un futuro (y presente) estratosférico.