Allá vamos, a por el cuarto Clásico de la temporada, que no por ser el último será menos vibrante y decisivo que los anteriores. Montjuïc acoge por segunda vez un enfrentamiento entre Barça y Real Madrid, a diferencia de la temporada pasada, en una fecha muy próxima al desenlace del campeonato. Decir que lo que ocurra este domingo 11 de mayo (16:15 horas) puede decidir LaLiga no es ninguna mentira, especialmente si nos ponemos en un escenario de victoria local, que dejaría a los de Hansi Flick a 2 puntos de ser campeones con solo 3 jornadas por delante. Para los de Carlo Ancelotti, es la última bala para revalidar el título y de vencer este curso en el partido que más miradas atrae en el mundo.
Barcelona quiere recuperar el ánimo después de la eliminación en Champions. Los blaugranas se quedaron a las puertas de acceder a la final de Múnich, pero cayeron cruelmente en la prórroga ante el Inter de Milán. A pesar de no conseguir el objetivo, el orgullo clamó en los jugadores y afición, y es el sentimiento que se quiere trasladar al Lluís Companys para recibir al eterno rival. El Barça presente ha vencido al Madrid en tres ocasiones, pero en ninguna jugando en casa. Conseguir el cuarto triunfo en una misma campaña sería algo histórico, además que en consecuencia supondría dejar prácticamente asegurado el campeonato.
El último tren blanco pasa por ganar. El club no puede permitirse perder otra vez, y tanto Ancelotti como el vestuario lo saben. Sin contar la Supercopa de Europa y el Mundialito de Clubes, títulos vinculados a logros de la anterior temporada, no tocar metal este año sería el golpe definitivo a un proyecto que, de todos modos, ya parece sentenciado. Nadie se podía imaginar esta versión del equipo después del fichaje de Mbappé, que pronosticó un dominio total, sobre todo a nivel nacional. Nada más lejos de la realidad, visto lo visto hasta ahora. Pero, queda una oportunidad y tomando como referencia lo más reciente, la segunda mitad de la final de Copa, el Madrid ha demostrado que también puede poner en apuros al Barça de Flick.
A nivel de efectivos, la recuperación de Alejandro Balde y Marc Casadó se celebra con fuerza en la ciudad condal. Especialmente el retorno del lateral, que puede ser determinante para decantar la balanza. La ausencia destacada en el costado local es Jules Kounde y la duda el estado físico del equipo después de una eliminatoria europea de mucho desgaste.
El cuadro visitante llega con una defensa de mínimos, sin Rüdiger, Mendy, Alaba, ni los lesionados de larga duración, Militao y Carvajal; tampoco estará disponible Camavinga. En ataque, la novedad puede ser Roodrygo, aunque aseguran desde los corrientes de información del club blanco que Arda Güler podría ser el elegido para acompañar a Vinicius y Mbappé.