El punto de cruce de una serie de ambiciones y decepciones, el momento de cerrar de manera inmejorable un gran año o redimirse de un 2015 en el que nada ha salido como se esperaba. Las circunstancias de cada ciclista encuentran en la Vuelta a España una gran -y última en muchos casos- oportunidad de cumplir con unas expectativas y concluir la temporada con una buena cara. Y gracias a esto, la posición de la ronda española en el calendario le permite, cada vez más y especialmente este año, contar con una participación llena de estrellas.
Los mejores vueltómanos del mundo se dan cita en la salida de Puerto Banús, en la malagueña Costa del Sol, para afrontar una Vuelta a España incierta de pronóstico por el enorme nivel de sus contendientes. Solo faltará Alberto Contador, que tras vencer el Giro y caer con honor fuera del podio del Tour en su intento de doblete, no disputará la carrera de la que es vigente campeón, pese a los infundados rumores que circularon los días previos sobre su participación.
Sí estarán los tres integrantes del podio del Tour de Francia, algo que solo ha ocurrido dos veces en la historia: Chris Froome tratará de hacer un doblete -emulando la intención de Contador- que no consigue nadie desde Pantani en 1998, acompañado por un bloque Sky de excepción (el debutante Geraint Thomas, que hizo un Tour excepcional, Roche, Henao, Nieve o Kiryienka); y Nairo Quintana y Alejandro Valverde tratarán de usar la ventaja del doble arma de Movistar para tomarse la revancha del carrera francesa, acompañados por Andrey Amador, cuarto en el Giro.
No faltará Vincenzo Nibali, cuarto en un Tour en el que nunca se escondió pese a estar lejos de su mejor forma. Y en su Astana también estarán Fabio Aru y Mikel Landa, que flanquearon a Contador en el podio italiano, dos escaladores que convierten al equipo kazajo en un conjunto tan potente como imprevisible. Y a la fiesta se apuntarán Joaquím Rodríguez tras su doble triunfo de etapa en el Tour de Francia en busca de su penúltima oportunidad en una gran vuelta; y Tejay Van Garderen, que abandonó entre lágrimas la Grande Boucle por enfermedad cuando marchaba en segunda posición.
Cuesta arriba también animarán la carrera Domenico Pozzovivo, Dani Moreno, los Garmin Andrew Talansky y Dan Martin (tras un año lleno de altibajos), Van den Broeck, Rolland o Rafal Majka, con aspiraciones a puestos de honor en la general; y otros navajeros de las montañas como el joven Dario Cataldo, Louis Meintjes, Dani Navarro, Fabio Duarte, Riccardo Zoidl o Kenny Elissonde).
El Mundial de Richmond también está la vuelta de la esquina y rodadores importantes también tratarán de destacar en España. Es el caso de dos de las grandes estrellas de la bicicleta, Fabian Cancellara, tras su caída como líder en el Tour; y Peter Sagan, que espera redimirse de sus numerosos disparos al palo sin triunfo en Francia -y en general, en los últimos meses-. Sin olvidar a Simon Gerrans, Tom Dumoulin -otro que quiere revancha tras el Tour- o Niki Terpstra.
La velocidad, que como acostumbra últimamente no contará con demasiadas oportunidades, será cosa de John Degenkolb y Nacer Bouhanni, con otros nombres a tener en cuenta como Matteo Pelucchi, el prometedor Caleb Ewan, Tom Van Asbroeck o Danny Van Poppel. Y mención especial para el equipo Caja Rural, que volverá hacer del ataque su seña de identidad con un equipo curtido en estas lides: Arroyo, Txurruka, Mas, Madrazo, Bilbao, Fraile y el veloz Carlos Barbero buscarán hacer destacar el verde.
Nueve finales en alto, todos inéditos, adornarán esta lucha, empezando por el repecho del Caminito del Rey ya el segundo día, tras el demencial episodio del prólogo. Como siempre en los últimos años -poco cambia, a grandes rasgos-, será un recorrido completamente descompensado, con toda la emoción concentrada en los finales de etapa, a excepción de la etapa reina en Andorra -con cinco puertos de nivel en apenas 120 kilómetros- y la discreta media montaña madrileña. Asturias volverá a ser decisiva y una sola contrarreloj de 38km poco cambiará. Todo a la montaña. Por lo alto se lo jugarán las estrellas de la Vuelta.