El Valencia es un horror. Lleva tres cambios de entrenador en lo que llevamos de temporada, ha llegado a estar cerquísima del descenso, ha perdido contra rivales inferiores por resultados escandalosos, ha mostrado un juego estéril, con jugadores sin alma y sin ambición. Han sufrido la ira de su afición, que pide la cabeza de su propietario, porque no hace mucho que el club che, al menos, peleaba por meterse en Champions. En Mestalla, la angustia se palma en el ambiente cada fin de semana.
Sin embargo, a tan solo 33 kilómetros de allí, en el estadio Antonio Puchades de la Ciudad Deportiva, el Valencia derrocha ilusión. La continuidad en ese lugar es más que evidente, pues el técnico, Cristian Toro, lleva en el banquillo desde hace más de cinco años. Este equipo, lejos de luchar por el descenso, aspira a quedar en el podio de la Liga Iberdrola. Su racha es descomunal: No pierde desde el 11 de noviembre, ha ganado siete de los últimos ocho partidos, en los cuales no ha encajado un solo gol y ha marcado 24 (una media de tres por encuentro).
Su juego es cada vez más espectacular. Solo hay que ver el segundo gol anotado ante el Betis el pasado domingo para comprobarlo. Recuperación de Ivana en el área y salida limpia de balón hacia la derecha, carrerón y pase al hueco de Aedo, pase de primeras de Carol a Banini y devolución espectacular para que Carol se deshaga de la portera y marque. Una jugada sobre cómo hacer un contraataque que debería enseñarse en todas las escuelas de fútbol (1:14).
Estas chicas sí tienen alma y, por supuesto, sí tienen ambición. Salen del vestuario a morder desde el primer minuto. Pocos discuten ya que es el equipo más en forma del torneo español. Su irregular inicio de temporada chafó sus opciones por el título, porque de lo contrario hoy sería un candidato más que firme.
Cuando llegó Cristian Toro, el Valencia estaba en puestos de descenso, a seis puntos de la salvación. Ahora es uno de los mejores equipos del país y sueña con jugar la Champions femenina en poco tiempo. Poco a poco rompen el duopolio de la selección española, plagada de jugadoras de Atlético y Barça: Ivana (defensa) y Sullastres (portera) se están haciendo fijas, aunque quien llama a la puerta con más fuerza es Mari Paz: Con 19 goles es la segunda máxima goleadora de la Liga, solo por detrás de Sonia Bermúdez.
Valencia CF
Son la gran sensación del club, pese a que la asistencia a sus partidos es 75 veces menor que la del equipo masculino. Ellas luchan por hacerse ver sobre el campo, y como premio tendrán la oportunidad de jugar en Mestalla el fin de semana del 22-23 de abril en un apasionante derbi frente al Levante. Entonces, esa angustia que reina en cada asiento del estadio che se convertirá en una fiesta, porque podrán ver jugar a la verdadera ilusión del Valencia CF.