Llegar a un club de la dimensión social, económica y mediática del Manchester United conlleva una enorme responsabilidad que, en la mayoría de los casos, supone una responsabilidad mayor del equipo de origen. Quizás sea el caso del centrocampista español Ander Herrera, que dejaba el pasado verano Bilbao por Manchester, en un traspaso que se cerró en torno a los 36 millones de euros.
Una gran responsabilidad, un enorme salto profesional al aterrizar en uno de los clubes más importantes en la historia del fútbol inglés, británico, europeo y mundial. Cambiar San Mamés por Old Trafford le haría tener sobre él un gran peso, una mayor presión en el que muy seguramente sería el gran reto de su vida.
El verano fue positivo. La presencia de jugadores españoles en el vestuario, como son los casos de David De Gea y Juan Mata, hizo que Ander Herrera se adaptara desde el primer momento a la perfección. Además, la presencia de Louis van Gaal, con experiencia en el fútbol español, haría que la comunicación fuese mayor que en otros casos. Los primeros partidos reflejaron una adaptación perfecta, adaptándose a la filosofía del club, adaptándose a las exigencias del técnico neerlandés, que llegaba ese mismo verano.
Sin embargo, cuando echó a rodar la temporada de forma oficial, la presencia del centrocampista español fue de más a menos hasta ser incluso descarte en las convocatorias del equipo. El chico joven por el que se habían pagado casi 40 millones de euros se quedaba fuera, no contaba con todos los minutos necesarios. Finalmente, volvía a ser Fellaini el elegido, como había ocurrido la temporada anterior con David Moyes.
Pero llegó el año 2015 y esa irregularidad presencial de Ander Herrera en el juego del Manchester United parece haber acabado. Año nuevo, vida nueva, y en el caso del español minutos, partidos, actuaciones meritorias. Los Red Devils han mejorado tras un inicio de temporada dantesco, que rozó el ridículo en estadios como el King Power Stadium frente al Leicester, y curiosamente la figura del español comienza a ser determinante y productiva en el mejor momento del equipo a nivel deportivo, que no de imagen sobre el césped.
Ander Herrera se está afianzando en la medular junto a Blind, también fichaje del pasado verano, y su rendimiento es incontestable en lo que va de 2015, con goles determinantes, con asistencias, con soluciones en el centro del campo, lo que le comienza a colocar entre los jugadores que reciben flashes a nivel nacional y los aplausos más notorios de una de las localizaciones deportivas más imponentes del fútbol europeo, como es el Teatro de los Sueños.
El Manchester United ya cumple con los objetivos de volver a Europa, pero no con los de aspirar al título tras un estratosférico desembolso económico de aproximadamente 200 millones de euros. Sin emabargo, la mejoría a nivel de resultados es notable, y la figura de Ander Herrera brilla por luz propia, de forma independiente, sin corriente, de forma natural.
Louis van Gaal cuenta con él, pero no con Juan Mata, quien vuelve a estar apartado, sin los minutos necesarios, como le ocurrió en su día en las filas del Chelsea. Parece ser que la dupla Ander Herrera-Blind está quitando minutos a otros como Mata o Januzaj, que han ido alternando titularidades y suplencias a lo largo de la temporada. Ahora, parece, es el turno de Ander Herrera, que se está consagrando como el gran goleador del equipo en estos primeros capítulos del año 2015.