Guardiola, Mourinho, Pochettino, Conte, Klopp, Rainieri o Wenger buscarán, entre otros muchos, dejar su imprenta en la mejor liga del mundo. El dinero, la organización o la forma de vivir el fútbol han sido factores claves para atraer a todos ellos. Si la liga española cuenta con los mejores jugadores, la inglesa hace lo propio con los mejores entrenadores. ¡Que arranque la guerra de los banquillos!
El mayor foco de atención, como no podía ser de otra manera, estará en Manchester, en el fragor de la batalla entre Pep y Mou. Si ésta ya fue especialmente dura en España con más de 600 kilómetros de distancia entre ambos, a saber cómo será viviendo en la misma ciudad. Por suerte o por desgracia, en principio, solo competirán cara a cara en las competiciones domésticas, puesto que en Europa uno partirá en la Champions (Pep) y el otro en la Europa League (Mou). El objetivo para el de Santpedor será inculcar su estilo y agradar al público, más allá de hacer campeón de la Champions al City; el del portugués, devolver al United al escalón en el que se merece estar: el escalón de los mejores. Cerca de ambos, vigilando de reojo, estará Klopp, cuyo primer objetivo ya lo ha cumplido esta temporada: volver a ilusionar Anfield. Ahora, el próximo paso será luchar por una Premier que se le resiste desde la temporada 89/90.
Unas 200 millas al sur, en la capital, la batalla tampoco se quedará corta. Conte intentará recuperar la mejor versión del Chelsea; Wenger, ganar la Premier, y Pochettino, seguir evolucionando y creciendo como equipo.
Y entre medio de ambos estará el campeón, el Leicester, que pese a las bajas intentará cuajar un papel digno. Los de Ranieri han hecho historia y, dada la competencia, evidentemente, no se les puede pedir repetir la hazaña: el objetivo debe ser salvarse y, a partir de ahí, todo lo que venga será bienvenido.
Diferentes estilos, diferentes métodos, pero un objetivo compartido: ser los mejores. Algunos tienen más margen (Pochettino o Ranieri), pero la mayoría necesitan resultados ya, lo que se traducirá en mucha competencia desde el principio. La emoción estará garantizada, al igual que la tensión. La Premier 2016/17 podría decidirse desde los banquillos.