Sobre el Draft Night del año 2009, la noche que cambió el devenir del equipo de Oakland y de la propia NBA. Dos nombres propios ejercieron esa noche de futuros protagonistas de la historia. En el año 2009, Larry Riley, quien fue General Manager de los Warriors desde dicho año hasta 2012, se presentó al draft con una elección entre ceja y ceja. Su firmeza le llevó a realizar una sorprendente apuesta, siendo Stephen Curry elegido como séptima opción. Entre nombres como Blake Griffin (LA Clippers), Hasheem Thabeet (Memphis Grizzlies), James Harden (Oklahoma City Thunder), Tyreke Evans (Sacramento Kings), Ricky Rubio (Minnesota Timberwolves) y Jonny Flynn (Timberwolves), quienes ya habían sido elegidos.
La firmeza de Larry Riley llevó pues al hecho que ha cambiado la historia de los Golden State Warriors y de la liga norteamericana, no sin antes generar dudas que ahora consideraríamos grandes, enormes errores sobre la percepción de lo que ha llegado a ser hoy el bueno de Stephen. Según la información que se dio en la época, los scouts tenían dudas sobre la adaptación de Curry a la liga, por físico, capacidad defensiva o adaptación al estilo de juego desplegado en el ámbito profesional.
Desde entonces, los Warriors han iniciado una andadura de dominio total de la conferencia este. 7 años más tarde, ha sido capaz de anotar 402 triples en una temporada, aferrar el anillo a la tierra de la fiebre del oro, además de ser elegido dos veces consecutivas MVP, siendo el primer jugador en conseguirlo de forma unánime, tal y como ocurrió el año pasado.
La trilogía entre Warriors y Cavs está dando mucho de si y, hoy, en la previa del Game 4, quien sabe si Stephen y los sospechosos habituales están a punto de alcanzar el campeonato por segunda vez en tres años.
Lee la entrevista completa con Larry Riley para NBA.com aquí.
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