Poco a poco va quedando atrás ese doloroso 0-4 que se vivió en el Santiago Bernabéu hace unos días, así como el mal sabor de boca del partido contra el PSG o el repaso sufrido por los blancos en Sevilla. El tiempo lo cura todo, o al menos eso dicen. Y aunque en este caso hay heridas abiertas que parecen tener poco remedio, ya van molestando algo menos. Los señalados por la afición, tanto en el campo como en el palco, siguen siendo los mismos que entonces. Pero al final la gente quiere victorias y, pese a que le pueda gustar más o menos la manera en la que se están haciendo las cosas, los resultados hacen que todo se digiera mejor. Al menos hasta Junio.
Parece que el calendario de este mes puede ayudar a seguir rebajando tensiones. El hecho de tener cuatro de los seis partidos en casa da al equipo la oportunidad de volver a comulgar con la afición. Además, uno de ellos será el intrascendente último encuentro de fase de grupos de la Champions, donde el Real Madrid ya está clasificado como primero de grupo. Algo que también dará la oportunidad de hacer rotaciones para dar descanso a unos y oportunidades a otros.
En Liga, el Real Madrid recibe a Getafe, Rayo Vallecano y Real Sociedad, mientras que tan sólo jugará como visitante ante el Villarreal. A priori, partidos de casa que el conjunto blanco debería de ganar sin demasiados problemas teniendo en cuenta el potencial de los equipos rivales. Otra cosa será la visita a El Madrigal, aunque los de Marcelino no estén en sus mejores momentos son siempre duros de batir en su estadio. Aun así, muchas opciones de hacer un más que necesario pleno en diciembre.
Una buena oportunidad para, como decía antes, volver a tener esa unión tan necesaria entre la grada y el equipo. Algo que sólo ocurrirá si Benítez da con la tecla y consigue que se pase de lo que estamos viendo durante el último mes a lo que mínimamente se espera de esta plantilla. Y digo Benítez porque es el que debe tener clara la idea de lo que quiere y saber transmitirlo a los jugadores. Pero no me cabe ninguna duda de que, incluso llegando el mensaje, éstos están obligados a mostrar en el campo un rendimiento muy superior al de los últimos partidos.
Además de para devolver la confianza a los aficionados e intentar recortar puntos a Atlético de Madrid y Barcelona, diciembre debe servir al equipo madridista para recuperar lesionados. El número de bajas sigue aumentando, y ya son 19 las sufridas en otros tantos partidos. Un ritmo insostenible para cualquier plantilla, más aún con la exigencia que existe sobre el conjunto merengue. El poder jugar ciertos partidos con jugadores poco habituales y canteranos dará la posibilidad de que los que siguen sanos, tengan un menor desgaste. La enfermería debería de ir vaciándose en las próximas semanas y, si para la mala racha de lesiones, el técnico madrileño dispondrá de todos sus efectivos al comenzar el año.
El calendario le da un respiro al Madrid y en ellos está el saber aprovecharlo. No se pueden permitir más pinchazos si quieren seguir aspirando al título y, sobre todo, si no quieren que empiecen a ser normales las pañoladas en el Bernabéu. En cuyo caso la temporada se haría muy larga para los blancos. Poco que ganar y mucho que perder en cuanto a puntos, pero no en cuanto a sensaciones. Por el bien del equipo, esperemos que aprovechen esta tregua navideña y acaben todos comiéndose el turrón.