La Liga parece haber empezado más igualada que nunca, aunque esto no haya hecho más que empezar. Cada año se repite lo mismo, pero esta vez puede ser diferente. Equipos como el Sevilla, Athletic, Villarreal, Celta o Las Palmas plantan cara a los “2 grandes” más el Atlético, que se unió hace unas pocas temporadas. De todas formas, parece que no interesa que esos equipos ganen, o por lo menos así se muestra en los medios de comunicación. Día tras día las portadas de los diarios y los informativos deportivos son copadas por jugadores y equipos del Real Madrid y Barcelona. Todo esto hace que el resto de equipos no puedan ganar popularidad y, a fin de cuentas, ingresos económicos que hagan que refuercen sus plantillas de cara a temporadas venideras.
Pero esto no ocurre tan solo en la prensa, sino en las instituciones. Los repartos televisivos son extremadamente diferentes entre unos y otros equipos, volviendo a dar mayores beneficios a quien más rico es. Se podría aprender de otras ligas, como la inglesa, en cuanto a ingresos televisivos, o a la NBA, en la que las rachas de los equipos ganadores no duran mucho más de 5 años, reforzando cada año a los equipos más débiles a través del draft.
En España hubo un tiempo en que había mayor igualdad entre equipos, pero poco a poco se fue realizando una brecha entre Real Madrid y Barcelona y el resto de equipos de la liga. Sin ir más lejos, del pasado fin de semana lo más destacable para la prensa ha sido la victoria ajustada del Real Madrid y la polémica del partido del Barcelona. Poco se habla del inicio de temporada del Sevilla, de la constancia del Atlético de Madrid, de las sorpresas iniciales del Villarreal, Athletic o Las Palmas.
El pasado fin de semana el Real Madrid ganó al Athletic con un gol del cumpleañero Morata. Cristiano Ronaldo falló ocasiones muy claras. Lucas Vázquez y el propio delantero canterano rescataron al Real Madrid. Estos son unos pocos titulares que se pudieron leer tras el trepidante partido entre los dos históricos. Algo parecido ocurrió con el partido del Atlético de Madrid contra el Sevilla: el Atlético deja escapar el liderato. Sin embargo, por qué no se habla de los otros equipos. En vez de decir que el Barcelona, Real Madrid o Atlético de Madrid perdieron o ganaron, ¿por qué no ocurre lo mismo con otros equipos?
Iñigo Lekue | Getty
El Athletic estuvo a punto de ganar en el Santiago Bernabéu y muy poco se ha hablado del partido que realizaron los “cachorros”. Con un equipo plagado de lesiones, sin Aduriz ni Beñat, los de Valverde dieron un recital de fútbol, espíritu y lucha. Tuvieron ocasiones claras de empatar y hasta ganar el partido, pero eso es otra historia. Iturraspe, Mikel Rico y San José realizaron un correcto partido tanto en tareas defensivas como ofensivas, limitando el ataque del equipo de Zidane por las bandas. Lekue jugó su mejor partido como profesional en el Athletic dejando en evidencia a Marcelo en más de una ocasión.
Algo similar ocurre con el partidazo del Villarreal contra Las Palmas, donde se pudo ver uno de los goles del año que, de haberlo metido otro jugador, aparecería hasta en la sopa. Los canarios están jugando un fútbol exquisito de toque y pegada y el Villarreal lleva años demostrando lo mismo a pesar de renovar la plantilla cada poco tiempo.
Qué decir del Sevilla. Había muchas dudas sobre la llegada de Sampaoli y su estilo de juego, pero poco a poco está implantándolo con efectividad. La magia sale de las botas de Nasri, quien parece que ha recobrado la alegría perdida en el Manchester City. Se trata de una plantilla muy completa dispuesta a pelear por todas las competiciones.
Sin embargo, todas estas ilusiones por ver una liga competitiva se ven derruidas año tras año al ver la diferencia de trato que reciben estos equipos tanto por parte de la prensa como por las instituciones, quienes ajustan los calendarios pensando en tan solo los equipos ‘Champions’, sin importar que otros puedan jugar dos partidos en menos de 48 horas. Si La Liga quiere ser la mejor del mundo, no solo se consigue a través de dos equipos, sino de un trato igualitario a todos los clubs y un ambiente positivo a su alrededor.