Su afición al Football Manager fue la inspiración que le llevó hasta los banquillos. Más allá de una anécdota que le hizo diferencial de inicio, se encontraba un chico que trabajó duro y fue osado para llegar hasta donde está. Porque Will Still llamó a muchas puertas. Se cerraron más de las que quiso y menos de las que pudo imaginar.
Empezó a prestar servicios como aprendiz en el Sint-Truiden. Pasó años en el fúbol belga, cosechando sus propios éxitos, hasta que recibió una llamada inesperada y aterrizó en la élite del fútbol francés. Tras ser asistente de Óscar García, se convirtió en el técnico más joven de las cinco grandes ligas. El Reims pagaba una multa de 25.000€ por cada partido porque no tenía la titulación.
El pasado verano, firmó con el Lens, que ha concluido octavo en la tabla siendo el tercer equipo menos goleado de la Ligue1. A pesar de tener contrato hasta 2027, el técnico ha decidido renunciar al cargo y aceptar la propuesta del Southampton, equipo recién descendido a la Championship y que solo logró dos victorias en toda la temporada. Si muchos se preguntan por qué ese entrañable técnico, que forjó su vocación con un videojuego, ha decidido viajar a Inglaterra y bajar de categoría, desde luego tiene una explicación.
Su pareja fue diagnosticada de cáncer de tiroides y el pasado mes de marzo anunció que se estaba recuperando de una encefalitis. Deben haber sido meses muy complicados para Still, que no ha dudado en cambiar su destino por razones obvias. “La principal razón que me ha impulsado a tomar esta decisión es que necesito volver a casa. Todos saben perfectamente lo que ha pasado en mi vida”. No existe mayor prioridad.
Will Still trabajará duro para intentar devolver las alegrías a St. Mary’s y que los Saints regresen a la Premier League. Si sucede, le asegurará estar de nuevo en un gran escenario. Ese que se ganó desde que empezó a soñar con liderar un equipo frente al ordenador, derribando muros, esquivando el vértigo ante sus retos y aprendiendo cada día a ser mejor.
No quisiera acabar este texto sin desearle a Emma Saunders, reportera de Sky Sports, su recuperación y ese nuevo comienzo que tanto anhela para la próxima temporada. De toda esta historia, no hay nada más relevante que esto.