Pasan los años y el Barça vive momentos mejores y peores; desde luego recientemente el barcelonismo está más acostumbrado a lo segundo. Pero, hay algo que siempre es motivo de orgullo en Barcelona. La Masia sigue guiando el camino del club, dentro y fuera del campo. Dos chavales formados en la base lideraron la victoria ante el Athletic Club para alcanzar la final de la Supercopa de España por tercer año consecutivo.
Gavi marcó primero y asistió después a Lamine Yamal para dejar encarrilado un encuentro con un ritmo más plano de lo esperado. Los de Ernesto Valverde estuvieron muy lejos de su mejor versión. A pesar del flojo partido de Lewandowski y de un Raphinha falto de puntería, los de Hansi Flick se impusieron con relativa comodidad y ya esperan rival para la final del domingo; Real Madrid o Mallorca. Por contra, los vizcaínos se despiden de la competición con la impotencia de saberse limitados sin Oihan Sancet ni Nico Williams, que sólo pudo jugar la última media hora de partido.
La participación de Szczesny fue la única sorpresa en el once azulgrana. Según la Cadena Cope, Iñaki Peña llegó tarde a la charla previa al partido y el técnico alemán, muy estricto con los horarios, le dejó en el banquillo. El polaco cumplió y volvió a dejar la portería a cero, presentando credenciales para disputar la final. A quien cada vez se le pone más cara de titular es a Gavi. El de Los Palacios se va afianzando en el once de Flick después de la grave lesión que “es pasado”, exclamó el jugador en zona mixta después del partido. Su nivel ilusiona a la parroquia culé y contagia al equipo, que si algo necesitaba tras una dinámica negativa era espíritu ganador y garra en el campo. Algo se palpa en cada acción del centrocampista, pero sobre todo cuando marca gol. Cara enfurecida y puño en alto para reivindicar su vuelta; dedicatoria incluida a Dani Olmo con el ya clásico gesto de señalar la hora en la muñeca.
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👉 Gavi marca para adelantar al Barça en la semifinal. Buena jugada de los culés que termina con la primera diana del partido.
Lamine Yamal selló el triunfo en la segunda parte. La joven estrella demostró estar completamente recuperado de su dolencia en el tobillo, marcando y dejando una nueva escena de celebración para la galería; emulando a su ídolo, Neymar Jr. Flick no asumió riesgos con la semifinal encarada y lo sacó del campo superada la hora de partido. La cara del equipo es otra con Lamine, quien espera firmar su renovación en los próximos días y declaró su amor al Barça por enésima vez.
Es un buen día para ser culer. A la alegría por la victoria se le suma el alivio por la cautelar urgente concedida desde el Consejo Superior de Deportes. El CSD ha resuelto de forma provisional, pero positiva, los expedientes de las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor, que pueden volver a jugar. Una resolución que frena el bochorno que vivía el club catalán y que invita a calmar las voces críticas surgidas ante la gestión de la Junta Directiva que preside Joan Laporta, quien anoche corría eufórico por los palcos del Al Jawhara de Jeddah celebrando por doble la victoria; la de su equipo y su particular sobre LaLiga y la Federación.