El Celta de Vigo está atravesando uno de sus peores momentos deportivos. De ser uno de los equipos revelación en la presente temporada, el conjunto celeste ha pasado a sumar derrota tras derrota. Desde que los de Berizzo lograron vencer al FC Barcelona en su visita al Camp Nou el pasado 1 de noviembre, una maldición parece haberse apoderado del cuadro vigués que tan sólo ha sumado un punto en las últimas siete jornadas.
Poco queda de aquella felicidad que parecía vivirse en el vestuario el primer día de noviembre. Un gol de Larrivey bastó para batir al equipo que ahora dirige su ex entrenador, Luis Enrique, provocando que los azulgranas sumaran la segunda derrota del campeonato. Desde entonces, los máximos goleadores del Celta de Vigo están atravesando una sequía que concuerda con la complicada situación que está viviendo el equipo vigués en los últimos meses.
Tras enfrentarse al FC Barcelona y rascar los tres puntos de la victoria ante uno de los grandes equipos de nuestra Liga, el Celta de Vigo logró sumar un punto ante el Granada una semana después de la hazaña. Desde aquel día, los de Berizzo cuentan los partidos por derrotas. Real Madrid, Eibar, Málaga, Sevilla, Almería y Rayo Vallecano han conseguido vencer al cuadro celeste que ha pasado de ser quinto en la clasificación tras su visita al Camp Nou, a ocupar el noveno puesto y, lo que es peor, perdiendo esperanzas para hacer realidad su sueño de colarse en competición europea.
Ante tantas derrotas, parece que una maldición se ha apoderado del Celta de Vigo. Ni siquiera en Copa el equipo celeste ha recuperado su mejor versión. Una situación que nadie esperaba después de ganar al conjunto azulgrana y que todo el equipo espera solventar antes del inicio de la segunda vuelta liguera.