Enrique JULIÁN GÓMEZ – Es la segunda que sucede en el equipo Tinkoff este año. En el último Giro d'Italia, el australiano Michael Rogers -que también está ahora disputando el Tour- entró en el 'nueve' del equipo ruso a última hora por los problemas de visado de sus compañeros Beltrán y Trusov para viajar a Irlanda del Norte. Solo llevaba un día de competición, en la Lieja, tras ser absuelto del positivo por clembuterol en la Japan Cup que ganó a finales de 2013. En tierras italianas venció dos etapas, la primera tras un gran ataque en solitario camino de Savona, la segunda en las rampas imposibles del Monte Zoncolan.
El polaco Rafal Majka tampoco debía disputar este Tour de Francia. Tras finalizar en sexta posición el Giro, entró también en el último momento en la formación del Tinkoff para la carrera francesa a causa de la suspensión de Roman Kreuziger por irregularidades en el pasaporte biológico. De hecho, el propio ciclista manifestó su descontento por esta decisión que trastocaba su calendario, aunque luego rectificó. Sin embargo, ayer Majka, en la primera etapa alpina, fue segundo en el ascenso a la estación de esquí de Chamrousse, solo por detrás de Nibali. Y hoy celebró su primera victoria como profesional en la meta de Risoul.
Majka formaba parte de una fuga de gran nivel que se formó en el primer ascenso a Lauteret, junto a Sagan, Timmer, Taaramae, Riblon, su compañero Roche -que cedieron luego en el Izoard- Joaquím Rodríguez -todavía líder de la montaña, empatado con el mismo Majka- Jesús Herrada, Mikel Nieve, Thomas, Edet, De Marchi, Kruijswijk, Serpa, Moinard, Gautier y Yates. Ya en las rampas finales de Risoul, que iniciaron con menos de un minuto de ventaja, atacó primero De Marchi -que ganó en esta misma meta en Dauphiné 2013-, seguido de Serpa. Pero una fuerte aceleración de Majka le permitió superarles y con un cierto suspense alzar los brazos con una veintena de segundos de ventaja.
Por detrás, entre los hombres de general, destaca que la lucha por el podio se comprime más todavía tras el paso por los Alpes. El líder Nibali sigue a su ritmo, dos peldaños por encima del resto. Una vez reducido el grupo de favoritos, atacó cuando encontró su momento y solo le pudo seguir un sorprendente Jean Christophe Peraud. Con más de cuatro minutos y medio de ventaja sobre el
segundo, parece utópico que se le escape la carrera al escualo sicliano.
Encarnizada disputa por acompañarle en los otros dos puestos de podio. AG2R, con el propio Peraud y Bardet, ya agitaron el árbol en el descenso del Izoard, para poner nervioso no solo a Thibaut Pinot -conocidos sus problemas con la velocidad cuesta abajo- sino también a Van Garderen o Van den Broeck. El belga luego perdería cinco minutos en meta, cayendo del Top-10. Ya en Risoul, en la parte final, el ritmo de Van Garderen redujo el grupo -ya sin Nibali ni Peraud, por delante- a un cuarteto junto a Bardet, Pinot y Frank Schleck. Valverde, que poco antes lo había intentado sin éxito, quedaba descolgado.
El murciano justificaba en meta que Pinot le había tocado el cambio con la rueda y tuvo que realizar el final de la ascensión en plato, con la desventaja que ello supone. El caso es que perdió 34 segundos en meta con los franceses, y aunque se mantiene segundo en la general, ahora solo disfruta de 13 segundos con el maillot blanco Bardet, 29 con Pinot y 1:12 con Van Garderen, el más fuerte de cara a la contrarreloj final. En Pirineos, la lucha continurá.
Finalizan los Alpes y el domingo queda un poco cojo con una etapa de transición completamente llana hacia el Meditarréno, con final en Nîmes. Relativo relax antes de la jornada de descanso que precederá el decisivo tríptico de jornadas en los puertos pirenaicos.
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