La Federación Internacional de Tenis (ITF) ha anunciado que dejará de imponer ‘sanciones silenciosas’ a los tenistas que den positivo por dopaje, tal y como informa el medio especializado The Score. Aunque la versión oficial de la Federación es que el cambio se produce por «el daño provocado por las acusaciones de que los jugadores cumplen sanciones por dopaje sin que se hagan públicas», el trasfondo señala implícitamente a la ITF por reconocer la existencia y extensión de un sistema en el que se realizaban este tipo de actuaciones opacas frente al dopaje.
El ejemplo más reciente es el de Maria Sharapova, que reconoció su dopaje públicamente el pasado 7 de marzo, a pesar de que su suspensión provisional por parte de la ITF había comenzado dos meses antes. De no ser por su confesión, su caso solo se habría conocido en junio, cuando un tribunal independiente de la ITF la sancionó dos años por dopaje. «No voy a fingir estar lesionado para esconder el positivo», dijo Sharapova.
Otro caso conocido es del tenista Marin Cilic, que en junio de 2013 alegó una lesión fingida de rodilla en Wimbledon para ocultar un positivo por un estimulante. Solo unos meses después se conoció que Cilic había sido sancionado nueve meses por dopaje.
¿Hasta qué punto estaba extendido este método de actuación en la ITF, donde tenistas fingían lesiones para ocultar sanciones ‘internas’ por dopaje que nunca se hicieron públicas? Tras el caso Cilic, el expresidente de la Federación Española de Tenis Pedro Muñoz ya señaló que este procedimiento ya se había usado muchas veces durante años.