DPA | Preparación en mayores alturas, entrenamientos en Japón y el reto de conseguir su primer título mundial en piscina de 50 metros: menos de 24 horas después de haber terminado su exitosa participación en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, la voraz nadadora española Mireia Belmonte ya se plantea nuevos desafíos.
«Sí, he conseguido mi sueño, que es la medalla de oro, pero ahora tengo retos también por delante como el Mundial del año que viene en Hungría«, dijo Belmonte en una rueda de prensa que brindó en el Parque Olímpico junto a su entrenador, el francés Fred Vergnoux.
Sonriente y relajada tras una semana de mucha tensión y pocas horas de sueño, Belmonte analizó junto a Vergnoux lo que dejó su inolvidable paso por Río, donde logró un oro en los 200 mariposa y un bronce en los 400 estilos para elevar a cuatro su cuenta de medallas olímpicas.
La española también posee siete títulos mundiales en piscina corta, pero en la distancia olímpica aún no cuenta con ningún oro en campeonatos del mundo (tiene dos platas y un bronce). Un objetivo que ya empieza a tener en la mira Belmonte.
«Aún me queda ser campeona del mundo de piscina de 50, y creo que es el objetivo por el que trabajaré el año que viene. Por suerte siempre tenemos nuevos retos, somos muy insaciables. Siempre hay que querer más y no conformarse con lo que se tiene«, señaló la mejor nadadora española de la historia.
A su lado, el hiperexigente Vergnoux destacó la enorme evolución de Belmonte, pero aseguró que la española aún puede dar mucho más en el futuro.
«Mireia es como el buen vino francés: con el tiempo sigue mejorando. Y creo que el futuro puede ser muy bonito para ella«, dijo el entrenador sobre la nadadora de 25 años.
«Puede mejorar en todos los aspectos. Este ciclo se acaba, pero también empieza otro. Otra vez un papel blanco con números, frases, objetivos. Hay que construir el futuro«, pidió Vergnoux.
«Estos dos años ha hecho cambios radicales Mireia a nivel de nutrición, de preparación, de la fuerza. En el alto nivel hay que buscar el milímetro y lo vamos a buscar otra vez«, afirmó. «Yo pienso que Mireia va a nadar mas rápido todavía en el futuro«.
Vergnoux, cuyo contrato vence al final de los Juegos, aún debe definir si seguirá trabajando con Belmonte. Aunque todo indica que el exitoso dúo conformado en 2010 continuará.
La química entre ambos es especial y así se vio en la rueda de prensa, donde no dejaron de reir y hacerse bromas mutuas por el nombre mal escrito de Vergnoux, que fue presentado como «Vernaux».
«Hace 25 años que hago esto, Me gustaría seguir en España un ciclo más. Tengo muchísimas ideas«, dijo el francés.
Entre ellas profundizar el trabajo en la altura tras la dura preparación realizada en Sierra Nevada y viajar a Japón para aprender del trabajo de los nadadores nipones con vistas a Tokio 2020. «Me gustaría aprovechar la Sierra Nevada, pero también queremos ir a Japón. Que empiece a aprender japonés Mireia«, señaló entre risas.
Aunque a la hora de calificar la actuación de Belmonte en Río, el francés no dejó de lado su habitual rigurosidad. «Le pongo un nueve. Si ponemos un diez es como decir ya está, se acaba, es el fin de algo. Pero ella ya está pensando en el Mundial del año que viene. Nunca para. Hay que pensar en el año que viene«.
Belmonte, que miró expectante cómo la calificaba su entrenador, se permitirá ahora unos días de relajación antes volver a su dura rutina. La nadadora, que disputó la última prueba de su cargado programa el viernes por la noche con un cuarto puesto en el 800 libre, permanecerá unos días en Río viendo competir a sus compañeros y disfrutando del espíritu olímpico.
«Me quedo unos días más aquí. Nunca planeo vacaciones hasta que no acabe la temporada. Quiero vivir el espíritu olímpico, que es bonito vivirlo también cuando dejas de competir«, comentó la nueva campeona olímpica.