Está siendo un inicio de año complicado para Carlos Sainz. Está en la posición soñada para cualquier piloto ya que su equipo ha conseguido diseñar un monoplaza para luchar por victorias, pero los resultados no le salen. Maravilló a la Fórmula 1 con su fantástico 2021, sobre todo a final de año escalando hasta el quinto puesto en el mundial. Su situación no era fácil, ya que al otro lado del box tenía a un grandísimo piloto que llevaba varias temporadas en la ‘Scuderia’ y que estaba llamado a ser el líder del equipo. Aún así, consiguió ganarle a base de firmar una temporada muy constante.
En 2022 las cosas han cambiado y no en beneficio del español. La Fórmula 1 es un deporte que se decide por pequeños detalles y Sainz lo está viviendo en sus propias carnes en este inicio de temporada. Era sabedor de que, cuando se tiene un coche ganador, los primeros Grandes Premios son claves. Si no lo haces bien y tu compañero sí, tu equipo se puede decantar solo por él para la lucha por el campeonato. Y, hasta el momento, el madrileño no está consiguiendo los resultados mientras que Leclerc sí.
No ha conseguido adaptarse a su monoplaza tan bien como su compañero de equipo. Lo vimos en los dos primeros Grandes Premios. Carlos tuvo ritmo, pero no el suficiente como para luchar con Leclerc. Nunca estuvo lejos de sus tiempos, pero tampoco cerca de luchar con él.
Terminar las dos primeras carreras por detrás de su compañero no fue bueno para él. Todo fue a peor en Australia cuando su monoplaza falló en la Q3 y solo pudo tener un intento en malas condiciones. Clasificó noveno y comenzó la espiral de malos momentos para él. Se fue a la grava en los primeros giros de Melbourne intentando recuperar el terreno perdido lo antes posible. En Imola, algo similar. Falló en la Q2 al irse contra el muro y tuvo que salir décimo. Esto le llevó a salir en carrera en todo el medio del pelotón y se fue a la grava esta vez por un fallo ajeno a él.
Con esto, la conclusión es que el inicio de año de Sainz es malo. Él es el primero que lo sabe. Está en una situación que no ha vivido nunca, ya que puede luchar por el campeonato, y entre fallos propios y ajenos está entrando en una dinámica negativa. El mundo de la Fórmula 1 es muy caprichoso y se pasa del todo a la nada en cuestión de un par de carreras. El problema para el español es que este cambio se tiene que dar de forma inmediata.
Su jefe de equipo comentó que nunca había tenido la presión de estar luchando por el título y que debía aprender a manejar esto. Es feo que tu jefe diga esto públicamente, pero razón no le falta. En otras ocasiones hemos visto a Sainz adaptarse a nuevas situaciones. Sin ir más lejos, ha cambiado bastantes veces de equipo y siempre ha sido capaz de conseguir buenos resultados en el corto plazo. Ahora, debe dar el pasito adelante para poder reengancharse a la lucha.
Es cierto que no se encuentra cómodo con el monoplaza. Lo ha comentado en alguna ocasión. Esto, obviamente, lleva a cometer fallos. Es una pena que no haya rodado ni cinco vueltas en las dos últimas carreras, pero la Fórmula 1 no da lugar a lamentaciones. Entramos en semana de Gran Premio y tiene en su mano revertir todo esto.
Tengo la certeza de que cuando llegue su primera victoria todo cambiará. Creo que necesita tener ese hito para dar el paso adelante que se requiere para luchar por el título. Antes, para conseguir este paso, deberá mejorar en uno de los puntos donde está más fallón últimamente: la vuelta clave de la Q3.
En Miami va a tener la oportunidad de revertir esta situación. En el suelo americano debe dar el primer paso para retomar el vuelo. Y, mirando el calendario, qué bonito sería que tras un buen Gran Premio de Miami lograra su primera victoria en el Gran Premio de España. Tengo la confianza de que esto sucederá. Ojalá sea así.
Imagen de cabecera: Scuderia Ferrari