La vida está llena de obstáculos. No sabemos lo que nos deparará el futuro y, por ello, debemos aprovechar cada instante del que dispongamos. Turia Pitt sabe bien lo que te puede cambiar la vida de un día a otro. En 2011 sufrió quemaduras en el 65% de su cuerpo: no se rindió, luchó y no solo se levantó, sino que se fortaleció. Ella es un auténtico ejemplo a seguir.
La vida, como diría el bueno, que en paz descanse, de Andrés Montes, puede ser maravillosa. Pero también puede ser una pesadilla y, a veces, en muchas ocasiones, lo es con quiénes menos lo merecen. Turia Pitt lo tenía todo: era joven, modelo y atleta. Lamentablemente, el destino quiso que, mientras disputaba una ultramaratón con fines benéficos, en septiembre de 2011, quedase atrapada en medio de un incendio al oeste de Australia. Sufrió quemaduras en el 65% de su cuerpo, estuvo un mes en coma, pasó 864 días hospitalizada, perdió la capacidad de utilizar siete dedos y fue intervenida en alrededor de 200 ocasiones durante 4-5 años. Por si ello no fuera suficiente, tuvo que volver a aprender a hacer cosas tan básicas como caminar, abrir y cerrar la boca, pararse, etc. Un proceso, una batalla, que pocos, muy pocos, podrían haber soportado. Pero ella lo hizo. Y ahora sonríe.
Para ello ha sido clave el papel que Michael Hoskin, su actual pareja, ha jugado en toda esta historia. Pese al accidente, él no dejó de apoyarla. No solo eso, sino que además le compró un anillo de diamantes mientras permanecía internada en el hospital. Una muestra de amor y de apoyo que seguramente le dio fuerzas extras a ella para seguir adelante.
Turia Pitt, por tanto, es sin lugar a dudas una luchadora. Un ejemplo a seguir. En la vida uno nunca debe rendirse. En esta línea, ella explicó en una entrevista a la BBC que cuando el médico le dijo que no iba a poder volver a correr pensó “un día haré un Ironman”. La idea es sencilla: da igual los obstáculos que haya por medio que yo lucharé por aquello que me haga feliz. Y dicho y hecho: en mayo de este año Turia Pitt completó su primer Ironman en Port Macquaire, en Australia. Y lejos de darse por satisfecha siguió entrenando hasta lograr este mes de octubre completar la que es considerada la prueba Ironman más dura del mundo: la de Hawaii.
Actualmente, Turia Pitt entrena 24 horas a la semana, estudia para una maestría y ofrece charlas motivacionales por el mundo. Ella es un ejemplo de que el ser humano puede llegar a límites insospechados y superar barreras que se asemejan infranqueables. Personas como ella son el espejo en el que debemos fijarnos todos: no hay que venirse abajo, sino siempre creer y luchar.
Barcelona, 1996. Proyecto de periodista. Vocacional. FC Barcelona y Paris Saint-Germain. @uaoceu. Colaboro con @Radiodesvern, @SpheraSports y dirijo @PSGsphera.