Una noche más, Sevilla necesita de su gente, del aliento de los suyos, de ese color especial que tiñe el Sánchez Pizjuán en las grandes noches europeas para llevar en volandas a los suyos. No lo tendrá fácil por más que lo parezca ante el Basilea, equipo que ya ha mostrado sus cartas en estos últimos años. El Valencia, bien mismo lo sabe, necesitó de una remontada épica para dejarles en el dique seco. Con los años y tras las ventas, siguen siendo esa roca dura de derrotar.
Y para eso está el Sánchez Pizjuán, fortín por donde lo mires. El objetivo del Sevilla es ganar la cuarta Europa League de su historia y su objetivo pasa por seguir intratable como local. Su última derrota en Europa League, fue el 13 de marzo de 2014 ante el Real Betis (0-2), en la ida de los octavos de final, aunque luego en la vuelta venció por 0-2 y eliminó a su ‘eterno’ rival en los penaltis. En el presente año, solo ha salido perdedor en tres ocasiones: en la segunda jornada de Liga frente al Atlético de Madrid (0-3), frente al Celta de Vigo (1-2) en la segunda jornada como local y en la fase de grupos de la Champions League frente al Manchester City de Pellegrini (1-3). Desde entonces, 16 victorias consecutivas como local, pasando por encima de rivales como Madrid, Valencia, Juventus o Villarreal. Ha encajado solo seis goles durante esos partidos mientras que ha anotado un total de 38 tantos a su favor, dejando hasta en 12 ocasiones su portería a cero. Números que impresionan y que solo el Napoli le podía discutir entre los grandes de Europa, quién se encuentra invicto en lo que va de temporada.
Esta noche como titula Estadio Deportivo «40.000 contra 11″. El Sevilla pese a notables bajas, saldrá a ganar con Gameiro en punta de ataque, estado de gracia el que atraviesa el francés en este momento de la temporada. El Sevilla apela a una de esas noches mágicas que regala el Pizjuán.