2 de Marzo de 2014. Podría ser cualquier fecha relevante para la Humanidad, o una fecha a recordar por cualquier persona que viviera algo pasional. La cuestión es simple, y ya lejana.
Aquel día en Londres quedaría marcado y rodeado en rojo (por ahora imborrable) el último gol de Roberto Soldado con el Tottenham en Premier League. Sí, casi 8 meses (con el pertinente parón vacacional) sin lograr marcar para los suyos en el torneo doméstico, donde la regularidad marca.
Fuera del foco mediático del torneo inglés sus cifras no son mayores, pero evidentemente ha logrado marcar. Esta campaña, en Capital One, participó en el triunfo de los suyos ante el Nottingham Forest, mientras que también se estrenó en la Fase Previa de la Europa League contra el AEL Limassol. Es decir, 3 goles en todo 2014, 3 goles en casi 11 meses. Cifras pobres, a la vez que preocupantes.
Su sequía goleadora viene de lejos, queda claro viendo sus registros. Al delantero valenciano se le resiste el gol. Su protagonismo se ha venido a menos a nivel de rendimiento, y en Inglaterra ya circulan informaciones sobre el descontento de Pochettino con sus servicios. Cuenta con oportunidades, tiene en su poder la oportunidad de anotar, pero bien por buenas actuaciones de los porteros, por mala puntería, sigue con su particular travesía por un desierto cada vez más cálido.
El pasado sábado el Manchester City goleó al Tottenham por un contundente 4-1 a favor. Resultado que, a simple vista, puede parecer claro, sin oposición por parte de los londinenses. Pero con matices, y es aquí donde aparece la figura de Soldado, quien tuvo en sus botas la posibilidad de empatar el encuentro 2-2 desde el punto de penalti. Con 2-1 en contra lanzó la pena máxima y Joe Hart acabó atajando. El Tottenham dejaba con vida a la bestia Citizen, y el resultado ya es conocido por todos.
Aquel error del delantero español marcó el destino de los suyos. Ni siquiera de penalti es capaz de zanjar con el largo periodo de sequía en Premier League, y aquel mes de Marzo sigue quedando (cada vez más) lejos. Su caché mediático se ha venido abajo, y sus cifras no ayudan a un maquillaje necesario.
Roberto Soldado llegaba en 2013 a White Hart Lane procedente del Valencia, previo pago de 30 millones de euros. El conjunto valencianista perdía a su gran referencia ofensiva, pero a cambio recibía una más que interesante cifra económica para unas arcas que, por aquel entonces, no parecían tan tranquilas como en la actualidad. A posteriori, un beneficiado y un perjudicado. En la actualidad, en Mestalla, celebran aquella operación, mientras que en el Lane se preguntan cómo un delantero que ha demostrado grandes cifras goleadoras ha acabado convirtiéndose en un atacante más.
Desde su llegada en la temporada 2013/14 ha marcado 13 goles entre todas las competiciones, de los cuáles 11 fueron en su primer año y los otros 2 los ha logrado en estos primeros meses de temporada. En sus 3 campañas como jugador del Valencia aportó 82 tantos. Diferencias considerables, rotundas, que reflejan un bajón deportivo importante, y que evidentemente le han hecho caer de la lista de candidatos al ataque para Del Bosque en la Selección Española.
El error desde el punto de penalti en el Etihad Stadium refleja una dinámica casi imborrable, que se niega a marchar. Era la oportunidad perfecta de romper el candado a su olfato goleador. Evidentemente, un gol no cambiaría nada, pero cerraría ese vacío que va a más, que dura ya meses en Premier League y que le ayudaría a encarar las semanas próximas con otra mentalidad.
Aquel 2 de Marzo de 2014 bloqueó las cuentas goleadoras de Soldado en la Premier League.
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