Alejandro Rodríguez, hijo de Monchi, ha escrito esta emocionante carta dedicada a su padre, que dejará el Sevilla tras años de éxitos para, con toda probabilidad, fichar por la Roma.
Pérdoname, papá
«Sí, perdóname papá. Sé que te preguntarás por qué. Y es por algo tan sencillo. Y a la vez tan irracional, que probablemente carezca de sentido, pero siento que debo decírtelo. Me pudo, sí, esa vena sevillista que he heredado de ti. Ese amor a unos colores que tú me enseñaste desde pequeño. Esa lealtad a un escudo, aquella que aprendí de ti y que a día de hoy se ha convertido en mi filosofía de vida. Por todo ello no supe cómo reaccionar cuando, por primera vez, me confesaste que estabas agotado. El cansancio te venció y puedo decir que, entonces, no entendí el porqué.
Pero antes que el director deportivo del club al que amo, eres mi padre. Repasé una y mil veces mentalmente cada palabra que nos dijiste aquella tarde en casa y obtuve la respuesta: debo ser ese sólido pillar en el que apoyarte cuando te abandonasen las fuerzas. Junto a mi hermana y mamá. Todos hemos estado, estamos y estaremos contigo para que en este camino que inicias, y que sé que será muy duro lejos de la bandera que envuelve tu corazón, encuentres de nuevo el empuje y la fuerza suficientes para seguir adelante.
No se me borra de la retina esa imagen tuya buscándome en la grada tras cada conquista para celebrar conmigo, con tu hijo, un éxito tras otro. Creo que no existen las palabras suficientes para describir el orgullo y la felicidad que me hacías sentir. Pero sé que ahora tendré que esperar a darte ese abrazo tras cada gol del Sevilla FC. Estarás ahí conmigo. Como tú mismo dijiste, en tu grada, con los tuyos. Y podré cantar aquello de estamos locos de la cabeza sabiendo que tengo a mi lado al más loco de todos.
Hasta entonces, sé que hay y que habrá momentos complicados. Como que la abuela, con más de 80 años, pueda entender el porqué de tu salida. Pero recuerda siempre que los tuyos, los que amamos al Monchi persona, sin dejar de admirar por supuesto al Monchi director deportivo, caminamos junto a ti. Mi hombro, y el de todos nosotros, espera sentir tu mano para que, unidos, tomemos el impulso suficiente para coger perspectiva y, llegado el día, poder pronunciar el nombre del Sevilla FC sin lágrimas en los ojos y este dolor en el corazón».
Publicado originalmente el domingo 2 de abril en SFCPeriódico