Con el paso de los años esta competición se ha convertido en un torneo de muy poco prestigio y rechazado por los mejores jugadores del mundo.
Lejos quedan las imágenes de España levantando la ensaladera con un equipo de ensueño enfrentándose a las mejores escuadras del planeta. Lejos también quedan los grandes partidos que se daban en las finales de la Copa Davis entre jugadores top ten. Con el paso de los años y las severas medidas de la ITF –no es la ATP quien organiza este evento- la Copa Davis se ha ido degradando hasta el punto en que Reino Unido se ha llevado el trofeo con un Andy Murray sin prácticamente ayuda, ya que ha ido a eliminatorias escudado por jugadores fuera del top100. Mientras tanto, la nación con más jugadores entre los cien primeros del ranking, España, se encuentra fuera del grupo mundial.
La edición de 2015 fue la confirmación del bajón que ha dado la competición en los últimos años. Reino Unido venció en la final a Bélgica en una final donde solo había un jugador entre los quince mejores del mundo, dejando atrás finales como las que ganó España en 2009 y 2011 a Argentina y República Checa respectivamente, donde en ambas había tres jugadores del top ten. Andy Murray, único top-15 de la final, se llevó sus dos puntos (ganó los nueve partidos de individual que jugó) y venció en el dobles junto con su hermano, lo que permitió a Reino Unido alzar la ensaladera 79 años después. Sin embargo, el nivel de la final era muy pobre, tan solo Andy Murray y David Goffin (nº 16 del mundo) daban la talla en una final en la que había jugadores como Bemelmans, Darcis o Kyle Edmund, no habituales en los cuadros ATP.
Pero la pregunta es: cómo llegaron a la final estas dos selecciones. Reino Unido se deshizo de Estados Unidos, Francia y Australia para llegar a la final, mientras que Bélgica hizo lo propio con Suiza, Canadá y Argentina, siendo esta última una eliminatoria de infarto. Pero la principal respuesta es el rechazo de los grandes jugadores a esta competición. Los rechazos de Federer y Wawrinka con Suiza, Djokovic con Serbia y Raonic con Canadá son algunos de los ejemplos del poco protagonismo que tiene la Copa Davis en el calendario de los grandes jugadores. Algunos buscan ganar la competición en algún momento de su carrera y al conseguirlo la abandonan casi por completo, como es el caso de Federer, Djokovic o Wawrinka, con una Copa Davis cada uno en su vitrina.
Todo esto se vive muy de cerca en España, donde el equipo se encuentra fuera del Grupo Mundial y este año tuvo que disputar el playoff de descenso frente a Dinamarca por no caer al ostracismo. En los últimos años se ha convertido en poco habitual ver a nuestros grandes jugadores en las convocatorias de la Copa Davis, tal es así que los jugadores que disputaron la eliminatoria de descenso del Grupo Mundial en Brasil fueron Roberto Bautista y Pablo Andújar, cuarto y octavo jugador español respectivamente en aquel momento.
El tenis pide a gritos un cambio para una de sus competiciones más especiales y la única que se disputa por selecciones. Las cantidades económicas son bajas y no dan apenas puntos para la clasificación mundial. Los jugadores ya se manifestaron hace algunos años pero la ITF no tomó nota sobre las exigencias de los tops mundial. El otro aspecto es el calendario, las eliminatorias se juegan normalmente a continuación de los Grand Slams, cuando los jugadores necesitan descanso, y la final es la semana posterior a la Copa Master. Jugadores y organización necesitan llegar a un pacto para que la competición vuelva a ser lo que era y tengamos en ella a los mejores jugadores.