1992 fue un año convulso en Italia: con el escándalo de Tangentopoli reventó el lastado sistema político italiano, dando entrada a nuevas fuerzas, diversificando el espectro de fuerzas y gestando al monstruo político de Silvio Berlusconi; el maxi-proceso contra la Cosa Nostra dio inicio a una nueva época de frontal rechazo a la mafia, especialmente tras el infame asesinato de los jueces-héroes Falcone y Borsellino. Algo cambió en el país italiano entonces, quizás para seguir igual. De todos modos, no es casualidad el éxito de la serie italiana 1992, cuya discreta trama queda maquillada por la fantástica contextualización que permite ese año especial.
No tiene nada que ver, pero quiere la casualidad que también en ese año 1992 ocurrió una de las historias más curiosas del Calcio, relacionada de manera algo surrealista con las camisetas y su diseño.
La búsqueda constante de ese paso extra en la innovación del diseño de camisetas encontró su punto más freak en los años ’90, como demuestran los estilismos de muchos equipos y selecciones nacionales. Probablemente esta tendencia encontró su culmen en el Mundial de Estados Unidos 1994, aunque esta es otra historia.
El caso. La Fiorentina presentó para la temporada que comenzaba en ese año 1992 una camiseta con un diseño de la marca Lotto más o menos discutible en el que combinaba los colores viola y blanco con una extraña combinación de líneas. Nada raro en la línea de la época excepto por esto.
Exacto. El diseño geométrico y la forma de las líneas daba la sensación una serie de esvásticas por el pecho, la espalda y las mangas de la camiseta. Batistuta, Brian Laudrup, Effenberg, Diego Latorre o Baiano la vistieron. Evidentemente este increíble hecho no pasó desapercibido y tras dos partidos a domicilio saltó la inevitable polémica en noviembre de 1992, en una época en la que la violencia ultra y la presencia de la ultra derecha en los estadios italianos era un tema preocupante.
El diario L’Unità publicó una carta al director de un atento hombre que señaló el impactante descubrimiento. La prensa deportiva se hizo eco enseguida y tanto la Fiorentina como la Lotto tuvieron que salir al paso para cortar las críticas.
La respuesta conjunta fue lógica: “En relación a lo revelado por algunas fuentes sobre el hecho de que el diseño de las camisetas de la Fiorentina parecerían reproducir la imagen de una esvástica, la Fiorentina y la Lotto creen oportuno, a pesar de que es evidente, subrayar el carácter absolutamente fortuito y casual del efecto óptica causado al sobreponerse algunas líneas del complejo diseño geométrico de estas camisetas”.
Evidentemente, para evitar dar pie a más polémicas e inútiles confusiones, la camiseta fue retirada y la Fiorentina durante el resto de la temporada usó a domicilio un diseño muchísimo más simple, completamente blanco con ribetes violeta en cuello y mangas. “Ni yo ni los jugadores nos habíamos dado cuenta. A nadie le pasaría por la cabeza grabar una esvástica en una camiseta de fútbol”, explicó Gigi Radice, entrenador entonces del club. Solo faltaba.