Francesco Totti se despidió este 28 de mayo del fútbol, al disputar su último partido con la Roma en el estadio Olímpico de la capital italiana. Tras más de dos décadas como emblema giallorosso, Totti se despidió de sus aficionados con esta emotiva carta leída a todos sus aficionados.
“Gracias, Roma. Gracias a mamá y papá, gracias a mi hermano, a mi familia, a mis amigos.
Gracias a mi mujer y a mis tres hijos.
He querido iniciar por el final, por la despedida, porque no sé si conseguiré leer estas pocas líneas.
Es imposible resumir 28 años de historia en pocas palabras.
Me gustaría hacerlo con una canción o una poesía, pero no soy capaz de escribirlas y he intentado, durante estos años, expresarme a través de mis pies, con los que todo me es más fácil, desde pequeño.
A propósito, ¿sabéis cuál era mi juguete preferido? ¡El balón, claro! Y lo es todavía.
Pero en un cierto momento de la vida crecemos, eso me han dicho y eso ha decidido el tiempo.
Maldito tiempo.
El mismo tiempo que ese 17 junio 2001 quisimos que pasara rápido, para que el árbitro. Todavía se me pone la piel de gallina al recordarlo.
Hoy el tiempo ha venido a decirme. ‘Debemos crecer, desde mañana serás grande, quítate los pantalones cortos y las botas, porque desde hoy eres un hombre y no podrás sentir el olor de la hierba tan de cerca, el sol en la cara mientras corres hacia la portería rival, la adrenalina que te consume y la satisfacción de celebrar’.
Me he preguntado en estos meses por qué me están despertando de este sueño.
Como cuando eres niño y estás soñando algo bonito y tu madre te despierta para ir a la escuela, mientras tú quieres seguir durmiendo, intentas retomar el hilo de esa historia pero ya no lo consigues…
Esta vez no era un sueño, sino la realidad. Y ahora no puedo retomar ya el hilo.
Quiero dedicar esta carta a todos vosotros, a los niños que me han apoyado, a los de ayer que ya han crecido y quizás se han convertido en padres y a los de hoy que quizás a un gritan ‘Tottigol’.
Me gusta pensar que mi carrera se convierta ahora para vosotros en una historia que contar.
Ahora ha acabado. Me quito la camiseta por última vez.
La pliego bien aunque aun no sé si estoy preparado a dejarlo y quizás no lo estaré nunca.
Perdonad si en este período no he dejado claros mis pensamientos, pero apagar la luz no es fácil.
Ahora tengo miedo. Y no es el mismo miedo que se siente frente a la portería cuando debes anotar un penalti. Esta vez no puedo ver a través de los agujeros de la red que habrá después.
Concededme un poco de miedo. Esta vez soy yo el que os necesita, vuestro calor, el que siempre me habéis dado. Con vuestro cariño conseguiré pasar página y lanzarme a una nueva aventura.
Ahora es el momento de agradecer a todos los compañeros de equipo, técnicos, dirigentes, presidentes, a todas las personas que han trabajado junto a mí estos años.
A los aficionados y a la Curva Sud, una referencia para los romanos y los romanistas.
Nacer romano y romanista es un privilegio, ser capitán de este equipo ha sido un honor.
Sois y seréis siempre mi vida. Dejaré de emocionaros con los pies pero mi corazón estará siempre con vosotros.
Ahora bajo los escaleras, entro en el vestuario que me ha acogido desde que era un niño y que dejo ahora que ya soy un hombre.
Estoy orgulloso y feliz de haberos dado 28 años de amor.
Os amo”.
Francesco Totti