La fase decisiva de la temporada está a punto de comenzar: la UEFA Champions League está de vuelta. La competición europea por excelencia comienza las rondas eliminatorias donde los mejores 16 equipos del continente se enfrentarán hasta conseguir llegar a la ansiada final que se disputará en San Petersburgo.
Tras un desafortunado sorteo que tuvo que repetirse por un grave error de los responsables, hay una eliminatoria que sobresale por encima del resto: PSG y RealMadrid se enfrentarán por ver quién consigue acceder a cuartos de final.
Ambos equipos partían con la etiqueta de candidatos antes de comenzar la competición. Uno por la historia reciente, habiendo conseguido 4 de las últimas 10 Champions disputadas, mientras que el otro por la cantidad de jugadores de primer nivel que ha conseguido juntar, tales como Messi, Neymar, Mbappé, Verrati, Ramos, Hakimi, y un largo etcétera.
A pesar de ello, tal y como nos ha demostrado la historia, la acumulación de talento individual no siempre es sinónimo de éxito, y más en un deporte colectivo tan complejo como el fútbol.
La importancia de construir un equipo a través de la creación de sinergias colectivas, la aparición de constelaciones que permitan brillar a los individuos que interactúan en ellas, y la correcta comunicación verbal y no-verbal, son y serán siempre aspectos vitales que permitirán el buen funcionamiento del equipo en la búsqueda de un objetivo común.
Por el otro lado, aunque el conjunto de Ancelotti no genere ese impacto inicial al leer uno por uno la lista de jugadores a nivel individual, tiene entre manos un conjunto de mucha calidad, y muy experimentado en este tipo de batallas, habiendo demostrado ya su fiabilidad en numerosas ocasiones. Además, con una idea de juego que el técnico italiano ha ido moldeando y consolidando en estos 8 meses en su segunda etapa en el cargo.
Asimismo, y a diferencia del PSG, la suma de partidos jugando juntos, y la gran cantidad de experiencias vividas en esta competición, permite ver diferentes constelaciones dentro del terreno de juego. Una de ella es la formada por Modric, Kroos y Casemiro, que se entienden a la perfección entre ellos, hasta el punto que el mismo entrenador reconoció que no les suele dar muchas indicaciones ya que ellos saben de sobras qué deben hacer en cada momento del juego.
Adicionalmente, en el Real Madrid hay otros binomios como Militão y Alaba, o Vinicius y Benzema, que aunque no sumen una gran experiencia jugando juntos, han mostrando un excelente entendimiento entre ellos. Esto les ha permitido optimizar los diferentes comportamientos y respuestas que ofrece cada uno para favorecer al colectivo.
Para ello, un aspecto que es vital para el buen funcionamiento de esas constelaciones es la comunicación asertivo-motriz entre los jugadores que la componen. Y en un elenco de estrellas como el del conjunto parisino, a veces es complicado ver este tipo de asertivo-motricidad, ya que en muchas ocasiones cada uno mira por su propio interés individual dejando a un lado el beneficio del colectivo.
Sin duda alguna estamos ante una de esas eliminatorias que conseguirán sentar a cualquier aficionado del mundo del fútbol delante del televisor. Los dos equipos comparten ciertas similitudes, pero también muestran grandes diferencias.
Así que esperaremos con ilusión ver cuál de los dos conjuntos es capaz de hacer brillar más a sus constelaciones dentro del terreno de juego para imponerse y pasar a la siguiente ronda de esta emocionante UEFA Champions League.