Mar BIANCHI – De las categorías inferiores del Club Independiente de Avellaneda a la gloria interista. 40 años, 22 dedicados íntegramente al fútbol, un sinfín de lesiones superadas, recorrerse toda la cancha ocupando la posición que el entrenador de turno le marcase o vivir y soportar las extravagancias directivas de Morratti en los malos años del Inter. El Pupi lo ha sido todo en el ala de Milán que se tiñe de azul y negro.
El palmarés de Zanneti en el Inter es el propio de un jugador con los valores de un llamado ‘One Club Man’, curioso al no ser él milanés de nacimiento. Su debut en Serie A con el Vincenza con victoria interista 1-0 con un gol del también mítico Roberto Carlos dio, allá por 1995, el pistoletazo de salida a una carrera única: 19 temporadas, más de 800 partidos y títulos entre los que destacan la Copa de la UEFA de 1998, el Mundial de Clubes 2010 y la Liga de Campeones 2010.
Javier Zanetti también es el jugador con más partidos disputados con la maglia nerazzurra, superando a Giuseppe Bergomi, a quien relevó en la capitanía del Inter en 1999. Además, es el segundo jugador con más presencias en la Serie A, solo por detrás de Paolo Maldini, el ídolo en el otro lado de la ciudad de Milán.
Tras el anuncio de su retirada, en el Giuseppe Meazza se empezó a organizar la despedida a una leyenda viva del club. El pasado partido frente a la Lazio, en el que ambos se jugaban el pase a la Europa League fue el escenario ideal. Pancartas, camisetas y voces que dejarse en el minuto 52 de encuentro, momento en el que Mazzarri hizo entrar a ‘ll Trattore’ al césped.
Quizá el cierre de la Curva Sur por los incidentes y cantos racistas en el partido contra el Napoli entristeció el ambiente en el Meazza, pero en el resto de las gradas el sentimiento era de total entrega a Zanetti. Antes del pitido final, un aficionado saltó al terreno de juego. Corrió esquivando a la seguridad y se dirigió a Javier llorando, solo para abrazarlo y, seguro, dedicarle unas lindas palabras de despedida. Il Capitano, le devolvió el gesto cariñoso.
Al término de un encuentro que se saldó con 4-1 para el Inter y que les aseguraba la Europa League, Zanetti, junto a su mujer y sus hijos también ataviados de arriba abajo con la equipación nerazzurra, agradeció a su afición todos los años de apoyo: Diecinueve años haciendo trizas récords habidos y por haber, estampando una huella imborrable en la capital de Lombardía.
El mismo cántico que los argentinos bosteros lanzan en la cancha cuando piensan en Juan Román Riquelme, eso de “Riquelme es de Boca y de Boca no se va”, podríamos extrapolarlo a Zanetti. Él es del Inter y, aunque cuelgue las botas, puede que no deje de estar vinculado al club.
En la prensa italiana y argentina se llevan días hablando de un secreto a voces que recorre las oficinas interistas: el sueño de Massimo Morratti, ex propietario del club, es que el Pupi se convierta en mano derecha de Thohir y vicepresidente del Inter. Puede que en junio Zanetti comience en su nuevo cargo. El actual dueño y presidente de la entidad le recomendó formarse para su nueva labor y, en Argentina, se afirma que el exjugador ya está matriculado en la carrera de “Economía y Gestión del Deporte” de la prestigiosa Universidad Bocconi.
JZ4: pasado, presente y futuro en el Inter de Milán.
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