Jorge Campos, el chapulín inmortal

Por petición expresa, esta semana os voy a hablar de un guardameta muy especial, que se ganó el cariño de todos los amantes del fútbol entre 1988 y 2004. Nacido en Acapulco, el 15 de octubre de 1966, Jorge Campos Navarrete es uno de los mejores guardametas de la historia del balompié. También de los más conocidos, pero no hay que olvidar sus grandes condiciones bajo los tres palos pese a que tan solo medía 1,68 metros de altura, algo que lo convierte en uno de los cancerberos de menor estatura de todos los tiempos.

Campos, uno de los protagonistas de mi primer libro, ‘La soledad del portero’, destacaba, más allá de sus habilidades como portero, por su faceta como goleador, y también por su forma de vestir, transgresora y más que llamativa. No en vano, fue una de las principales atracciones en el Mundial de Estados Unidos disputado en 1994, así como también acudió a Francia 98 y a la cita de Corea & Japón en 2002.

La carrera profesional del mexicano duró quince años, tiempo suficiente para que el de Acapulco militase en las filas de UNAM, Atlante, Los Ángeles Galaxy, Cruz Azul, Chicago Fire, Tigres y Puebla, club en el que se retiró en 2004 a los 35 años. En total, Campos anotó 46 goles, siendo su mejor temporada la 89-90, en la UNAM, cuando jugó una temporada completa de delantero. Un año antes había debutado como guardameta y en la 90-91 se volvió a poner los guantes. Pese a militar tan solo en las ligas de México y Estados Unidos, ha servido de inspiración para muchos porteros desde su debut en 1988.

Chapulín, Brody –deformación de brother, palabra que se utiliza en Acapulco para referirse a los amigos-, George Fields y Jorginho Campos son algunos de sus motes, a los que se añadió el de Inmortal cuando el Grupo Pachuca lo incluyó en la tercera posición del Salón de la fama del fútbol mexicano. En ese salón también se encuentra Hugo Sánchez, exdelantero de Real Madrid y Alético, además de técnico del Almería. Una vez retirado, Campos fue ayudante de Ricardo La Volpe cuando el argentino dirigió a la Tricolor, mientras que en la actualidad trabaja como comentarista para la Televisión Azteca.

Al mismo tiempo, es propietario de una escuela de fútbol para niños que lleva su nombre en Acapulco, y comercializa uniformes de portero para empresas tanto de México como del resto del mundo. Su popularidad alcanzó cotas muy altas cuando apareció en el anuncio Good vs. Evil de Nike, al lado de figuras como Eric Cantona, Del Piero, Ronaldo, Raúl, Rui Costa, Kluivert, Wright, Brolin, Maldini, Davids y Figo. Como homenaje, también fue protagonista en la serie Oliver y Benji, sirviendo de inspiración para el guardameta mexicano Ricardo Espadas.