Jordi Calavera, ambición transparente

Con tan
sólo 21 años, Jordi Calavera se convirtió la pasada temporada en una de las
claras sensaciones de la categoría de plata. Mejor lateral derecho de la
categoría de largo, recorriendo la banda derecha de forma incansable, la
afición del Anxo Carro terminó rendida a él antes de que regresara a Eibar en
busca de una oportunidad en Primera. Realizó la pretemporada a las órdenes de
Mendilibar, aunque finalmente su sueño no se vio cumplido. Más que decepción,
Jordi lo ve como algo “que no me esperaba. El nivel que di el año pasado fue
muy bueno y no me esperaba salir cedido este verano, fuese en Segunda o en
Primera. Pero bueno, el fútbol es así, tuve que tomar esa decisión y ahora
estoy encantado aquí en el Sporting”.

El
golpe fue duro, no cabe duda. Además, llega a Gijón en los últimos días de
mercado, lo que dificulta la aclimatación y entrar en dinámica. “Cuando llegas
el último en el mercado de verano te cuesta un poco, porque los compañeros se
conocen, el equipo va rodado, ya se han disputado partidos… Al final te cuesta
entrar en el equipo, así como adaptarte con los compañeros. El inicio fue
difícil, pero luego ya todo fue mucho mejor y ahora estoy adaptado
completamente”.

La
temporada en Gijón, pese a ello, no está siendo precisamente una balsa de
aceite. Los resultados se llevaron por delante a Paco Herrera, algo que para el
vestuario “es jodido. Son decisiones que los jugadores no tomamos, somos unos
mandados en ese sentido. Pero creo que al equipo al final le vino bien el
cambio y ahora tenemos un entrenador que tiene otras ideas, otra manera de
trabajar. Creo que el equipo está creciendo poco a poco y mejorando y pienso
que vamos a cumplir el objetivo”. Precisamente sobre la llegada de Baraja al
banquillo y lo que ha cambiado con su llegada, Jordi indica que “cuando hay un
cambio de entrenador todo el mundo está más concienciado en ganarse el puesto.
Los que juegan aprietan para seguir en el once y los que no aprietan para
demostrar que pueden estar ahí. Todo el mundo está enchufado, las ganas y la
intensidad en los entrenamientos aumenta. El míster ha sabido imponer su manera
de trabajar y creo que nos está viniendo muy bien el cambio”.

En el
aspecto personal, hace pocas semanas el futbolista sufrió una lesión que le
tuvo algunas semanas fuera y que le impidió visitar con el Sporting el Anxo
Carro, su anterior hogar depotivo, algo que para él “es frustrante. Siempre
cuando te lesionas lo es, quieres entrenar y jugar y cuando te apartan de ello
lo pasas mal. En mi caso sí que es verdad que quería volver al Anxo Carro,
poder volver a jugar allí, encontrarme con gente conocida… El destino lo
decidió así y no pudo ser”. El rendimiento, aunque aún no alcanza el de la
temporada pasada, va en progresión. “He sufrido dos lesiones que me han
apartado casi 5 semanas entre las dos. Al final la continuidad y el nivel de
confianza vuelve a empezar de cero, pero ahora quedan 17 partidos por delante e
intentaremos volver al nivel que dimos el año pasado y poder ayudar al equipo
para conseguir el objetivo”. Esa última lesión, también le apartó del derbi
asturiano. “Para la gente aquí es un partido muy especial, tiene mucho tirón y
fue un golpe. Hice todo lo posible para poder estar y no pudo ser. La lástima
fue que no pudimos brindar la victoria a la afición”. Justo después, llegó el
primer gol de Jordi Calavera con la camiseta del Sporting, haciéndolo además en
casa, un estadio con la magia que tiene El Molinón. “Es una sensación que no se
puede describir. Son muchas emociones, mucha gente en el campo en un Estadio
como El Molinón especial. Muy feliz y contento de poder meter mi primer gol
allí”.

Relativamente
cerca del ascenso directo, la ambición es la máxima. “Estamos en un club que
tiene que aspirar a lo máximo por lo que es a nivel de afición, de institución,
de historia… Tenemos que aspirar a lo más alto y vamos a trabajar para ello.
Tenemos que pensar en ir partido a partido, engancharnos arriba y ganar cada
fin de semana”. Si se terminase consumando un ascenso con el Sporting, se
podría plantear la posibilidad de jugar en Primera con Sporting o Eibar, aunque
es algo que “no depende de mí. No tengo el poder de tomar esa decisión de poder
jugar en el Sporting en Primera División o con el Eibar porque al final tengo
contrato con el Eibar que es mi club, lo renové hace poco de hecho y no sería
yo quien tendría que tomar esa decisión. Sí que es cierto que aquí en Gijón
estoy muy contento, me siento muy contento, el club es espectacular, un club de
Primera División que por circunstancias de la temporada pasada no puede estar
en dicha categoría, pero es un club de Primera División a todos los niveles”.

La
sinceridad del jugador protagoniza la conversación y llega el momento de
pedirle que se defina. “Como persona me defino como muy transparente, muy
sencillo, muy humano… Lo que más me destaca es la sencillez, desde que nací,
soy de un pueblo muy pequeño y me educaron así y yo creo que no he cambiado
nada. Como futbolista me defino como una persona muy ambiciosa, trabajadora,
autoexigente consigo misma, que siempre se marca objetivos y que hasta que no
los  consigue no para”.

La
categoría de plata está cada vez más plagada de grandes futbolistas. “Hay
muchos futbolistas muy buenos. La Liga de Segunda División está muy igualada,
tenemos muy buenos jugadores en Primera División pero también en Segunda. Si
tuviera que elegir un jugador como el mejor de la categoría escogería uno de mi
equipo y creo que me quedaría con Carmona”.

Lo que
no cambia en esta competición es la igualdad. Tanto por la zona alta como por
la baja, todo está muy igualado y apostar por el ascenso o el descenso es
complicado. En este sentido, Jordi Calavera se moja y declara que “al ascenso
directo espero que podamos llegar nosotros, quedan muchos partidos y tenemos
mucha ambición. El segundo ascenso directo estará entre Rayo y Huesca, y el que
no lo consiga por la vía directa creo que lo hará en playoff, aunque luego
estarán Granada, Valladolid, Real Oviedo… todos esos equipos que están fuertes.
Ojalá también esté el Lugo”. Por abajo, la cuestión es más complicada, y es que
“al final en esta categoría no puedes decir nada hasta el final, pero el Lorca
y el Sevilla Atlético lo tienen bastante mal. El Córdoba, lo ves en los
partidos, ves que es un equipo que se está trabajando bien y creo que van a
llegar hasta el final luchando. El resto, está muy complicado de prever. Con
dos partidos, te metes en zona media y con dos derrotas te vas a la zona baja.
Hay mucha competencia”.