Jon Rahm salió ayer en la previa del US Open y habló claro. El español es un señor de los pies a la cabeza. Sus declaraciones sobre el LIV Tour y el futuro del PGA Tour, en plena guerra, son muy interesantes. «Considero que el PGA Tour ha hecho un trabajo increíble brindándonos la mejor plataforma para que podamos jugar. Veo algunos de los, lo diré con delicadeza, puntos o argumentos que pueden hacer que algunos profesionales prefieran el LIV Golf pero, parte del formato no me atrae mucho. Tres días para mí no es un torneo de golf, y sin corte. Es así de simple. Quiero jugar contra los mejores del mundo en un formato que ha existido durante cientos de años», comenzó.
Evidentemente, los premios económicos son espectaculares. Sin embargo, para Rahm el dinero no lo es todo: «Sí, el dinero es genial, pero cuando mi esposa y yo vimos lo que pasaba y empezamos a hablar de ello, pensamos: ¿cambiaría nuestro estilo de vida si gano 400 millones de dólares? No, no cambiará nada. Podría retirarme ahora mismo con lo que he hecho y vivir una vida muy feliz y no volver a jugar al golf. En realidad, nunca he jugado por razones económicas. Lo hago por amor a este deporte y quiero que sea contra los mejores del mundo. Siempre me ha interesado la historia y el legado, y en este momento el PGA Tour posee todo esto. Hay un significado cuando ganas ciertos torneos y eso me importa mucho. Después mi victoria en el pasado US Open, solo Tiger y yo hemos ganado en Torrey Pines», concluyó. Más claro el agua.
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